(REALPOLITIK) – Faltaban pocos días para el cambio de año y la periodista Fernanda Bonell, quien acompañaba a Fernando Niembro en su programa, recibió un inesperado mensaje del propietario de la radio de la que la habían echado 48 horas antes.
Quien le escribía era Carlos Rosales, dueño de radio Continental y la cadena Garbarino SA, un poderoso empresario que comenzó trabajando como cadete de un estudio jurídico y se convirtió en propietario de grandes empresas, entre ellas la de comunicación.
A las 2.25 de la madrugada, Rosales le envió un “Holaaaa” a la periodista Bonell, quien le respondió al día siguiente a las 6.39. El empresario estaba en línea, cuando habían pasado apenas cuatro horas del primer mensaje, y le respondió: “Me encanta tu foto”. Para luego hacerle una propuesta que se convirtió en acoso: “Hacemos algo”, afirmó.
Luego le consultó a la periodista si ella era efectivamente la de la foto y, tras recibir una confirmación, agregó: “Entonces a full. ¿Hacemos algo?”. La comunicadora, que no salía de su asombro, solo atinó a responderle: “No puedo hacer nada, me quedé sin laburo y ni guita tengo ya”. Rosales, airosamente, volvió a interrogarla: “¿Y qué hacés mientras tanto que no tenés laburo?”.
Finalmente, al enterarse que Bonell había sido echada de su propia radio, el empresario se haría el sorprendido. “¡En la semana te van a llamar! Saludos”.
“Asqueada”, como ella misma lo describió, la periodista terminó por acusar a Rosales de hacer “uso y abuso de su poder”.
(www.REALPOLITIK.com.ar)