Alexia Souto Moyano, hija del líder de la banda, tenía 17 años cuando ocurrió el hecho, en 2010. Fue absuelta por menor, pero Casación rechazó el fallo. Durante el cautiverio de la víctima lo custodió e hizo de campana.
Pasó más de una década del secuestro y crimen de Matías Berardi, adolescente que fue capturado en Pilar y asesinado días más tarde en Campana, pero el hecho sigue conmoviendo e incluso entregando más capítulos judiciales: por un fallo del Tribunal de Casación, la única mujer que había sido absuelta volverá a ser juzgada y podría enfrentar una condena.
Tal como se adelantó, en las próximas semanas se realizará el juicio contra Alexia Souto Moyano, hija de Richard Souto (líder de la banda de secuestradores y condenado a perpetua). Al momento del hecho, la joven tenía 17 años, por lo que en aquel entonces los jueces la absolvieron por ser menor de edad, a pesar de que varios testigos la ubicaban en el lugar de los hechos con un rol activo.
«La familia está mal porque es revivir lo ocurrido hace muchos años. En su momento se juzgó a once personas, de las cuales diez fueron condenadas, cinco de ellas a perpetua», expresaron los abogados de la familia Berardi en declaraciones al canal A24. Precisamente, Alexia Souto fue la única que había quedado en libertad «por tener 17 años, pero no por ser inocente».
No obstante, Casación emitió un reciente fallo en contra de la absolución dictada, al considerar que «se parcializó la valoración de la prueba reunida en el caso», es decir, que el tribunal fue parcial a la hora de dictar una absolución en lugar de una condena proporcional a la edad de la imputada.
«Es muy sencillo, lo que dijimos cuando absuelven a esta chica que era menor fue que no estábamos conformes con el fallo, porque hay montones de pruebas que la ubican durante y después del hecho», agregaron los abogados.
Además, recordaron que cuando se realizó el juicio «quedó claro el rol que tuvo, la querella impulsó la acusación y quedó claro su rol de custodia, de campana. En el juicio planteamos que no tuvo un papel menor, si bien no efectuó el disparo, sí tuvo un papel importante».
Y añadieron: «Según testigos, ella fue la que liberó a Matías, su coartada era que ella no estaba en la herrería de Benavídez (lugar de cautiverio) pero no nos cabe dudas de que estuvo ahí, sabía lo que estaba ocurriendo y tuvo una participación activa».
Por otra parte, explicaron que no se puede argumentar como «cosa juzgada», ya que «Casación dice que no, porque estamos hablando de interpretación y valoración de la prueba».
Matías Berardi tenía 16 años cuando fue secuestrado al bajar de una combi en la Panamericana, a la altura de Del Viso, para regresar a su casa de Ingeniero Maschwitz luego de haber asistido con amigos a una fiesta de egresados.
Sin embargo, fue secuestrado «al voleo» y llevado a una vivienda de Benavídez. El adolescente estuvo cautivo en la casa de los ahora condenados, inlcuso logró escapar pero al pedir ayuda en el barrio nadie lo asistió, debido a que las mujeres de la familia salieron a gritar que se trataba de un ladrón que les había robado.
Los vecinos cometieron el error fatal de creerles: poco después, sus secuestradores l