Toda historia tiene dos campanas, que a veces el paso de los años no nos deja conocer. En esta oportunidad Arturo Larrabure, hijo de un militar tucumano que fue secuestrado y asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en el año 1975, en el gobierno de María Estela Martínez de Perón, contó en detalle cómo vivió la desaparición de su progenitor, su calvario y el proceso que se abrió en El Vaticano para concretar su beatificación.
Arturo Larrabure llegó a nuestro multimedio acompañado por Monseñor Adrián Guedes, de la Parroquia San Expedito; la Dra. Laura Andino, Cordinadora de Estrategia Energética e Innovaciones de la Dirección General de Ceremonial Bomberil Palacio Barolo de Cuarteles Asociados; y del Padre Diácono Matías Vázquez. Larrabure y la comitiva participaron de un homenaje a su padre en una institución educativa de Maquinista Savio y luego mantendrían una reunión de trabajo respecto a las acciones que se están llevando adelante en El Vaticano para la beatificación del coronel Argentino del Valle Larrabure, una víctima del terrorismo.
En relación a la decisión de canonización iniciada expresó que «es una responsabilidad y un compromiso. Uno no se imagina que su papá está en el camino a los altares, no pensás en tu vida que tu papá puede ser Santo, por más qué lo sientas.Yo lo veo como un sentimiento primero de orgulloy después que me implica querer ser más bueno todos los días, querer estar más del lado de Dios, del lado de la bondad, del lado de la fe, de la religiosidad. Es un sentimiento muy puro porque el que cree, el cristiano que cree, la vida es ‘la vida eterna’, yo creo que él lo entendió y creo que es así realmente por algunas manifestaciones que hemos tenido».
Respecto a cómo su padre fue secuestrado, recuerda que «él llegó de Brasil y fue destinado a Villa María en Córdoba, en el año 74. Un 11 de agosto lo secuestran el ERP ataca la fábrica militar él y otro militar es secuestrado, en el gobierno de Estela Martínez de Perón en el año 74. Fue secuestrado, esa noche hubo muertos, hubo heridos. Fue un combate feroz, yo lo escuché. Me despertaron los impactos de bala en la casa, en la puerta, en las ventanas, en todos lados y a partir de ahí se lo tragó la tierra. No sabíamos dónde estaba y así estuvimos muchos días hasta que nos llegó su primera carta fechada en septiembre, sin día, no sabíamos si la había escrito el 11 o el 30. Nos explicaba que estaba como prisionero de guerra, bien tratado, y que nos quería llevar tranquilidad que estaba bien de asma y que permanecía detenido en esa condición. A partir de ahí las cartas fueron escasas, uno veía que iban cambiando la forma de expresarse, hasta llegar a una del 22 de octubre del 74 donde yo creo que él es consciente que no va a salir con vida de ahí y nos dice ‘a mis hijos y ahijados especialmente que no olviden mi mensaje aún suceda lo peor no deben odiar a nadie devolver la bofetada poniendo la otra mejilla’. Es decir él ya comienza a prepararse para para morir, para vivir porque la muerte es vida para el cristiano, pero quiere morir en paz quiere morir en Dios quiere morir por su patria por la familia, por sus amigos por sus compañeros, por el Ejército. Entonces comienzan a sucederse cartas así, donde de alguna manera también nos tiene que preparar a nosotros para su muerte. Hubiera sido muy feo que escriba ‘si me matan ustedes tienen que vengarme, tienen que…’ No, al contrario, nos inculcó el ejemplo del perdón, nos pidió que perdonásemos, él ya los había perdonado. Escribió un diario del cautiverio, ese diario de cautiverio apareció dos años después de su muerte. Él es asesinado en agosto del 75, cuando lo encuentran tiene 48 kg menos de peso. Era piel y huesos, realmente terrible. Había sufrido torturas de todo tipo: psicológica, físicas, dicho o personas que estuvieron al lado. Él hacía dos acciones rezaba y entonaba el himno nacional todos los días recibía el día de esa manera. Creo que este proceso de canonización yo lo tomo como una reparación, porque la justicia Argentina en la cual está su causa, también en este momento en la Corte Suprema, ha dicho que no es ni un crimen de guerra, ni un delito de lesa humanidad. Cosa que un fiscal general de Santa Fe dijo que, a priori, estaban dadas todas las condiciones para aseverar que estábamos en presencia de esos dos tipificaciones de crímenes. Pero bueno, creo que la mayor reparación para la familia Larrabure, para la historia Argentina, es que una persona ocupe el lugar que él esta ocupando en la Iglesia. Ya deja de ser argentino, al ser ‘Siervo de Dios’ es siervo de Dios de la Iglesia, ya excede a la Argentina y bueno es como que te sacaste el premio mayor de la lotería. Esas condiciones no se las dan a cualquiera, porque te hacen un escudrimiento, te hacen una radiografía. Tuve que ir a testificar y te hacen 80 preguntas«.
Comentando el motivo de su visita al distrito escobarense, «le un homenaje en una escuela, el Colegio Espíritu Santo, en Maquinista Savio. Yo nunca he vivido un homenaje tan hermoso como el de hoy y tan emotivo. Participaron no solo los directivos, sino que participaron los alumnos. Hablaron de él, rindieron homenaje a Veteranos de Guerra de Malvinas que estaban presentes, hicieron la jura de la bandera. Los chicos juraron la bandera. Lo invitaron al Obispo Castrense, y él dio una misa y dijo unas palabras totalmente elocuentes, contando el proceso de canonización y en dónde estamos parados«.
«Ahora viene un cambio de Gobierno en la Argentina, así que esperemos que las cosas se conozcan un poco mejor, sino es que estos temas estaban muy vedados, muy escondidos«.
Con la vicepresidente electa, Victoria Villarruel, conformaron hace 18 años atrás una ONG que se llamó Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus víctimas. «Ella era la presidente y yo el vicepresidente. Pero era imposible entrar, nadie te llevaba el apunte. Vos querías participar de algún acto y no había forma«, determinó.
«Comienzan a aparecer víctimas que la gente dice ‘y dónde estaban estas víctimas’. Victoria Villarruel con Carlos Manfron escribieron un libro que se titularon ‘Los Otros Muertos’, que es la contraparte del ‘Nunca Más’. Y ahí mostraron que hubo 17.382 víctimas civiles, contabilizadas con nombre y apellido. Uno no niega que hubo desaparecidos, pero niega el número. Uno no le puede sacar plata a una tragedia«.
«Argentina vivió una tragedia, por eso yo hablo que la mejor reparación que puedo tener es una canonización. Porque la plata no te devuelve ni a tu padre, ni a tu madre, ni a tu hija. Argentina necesita caminos de reparación, caminos de entendimiento y caminos de encuentro, como propuso el Papa Francisco y como nos dijo personalmente en la audiencia en El Vaticano el año pasado, que estábamos ‘transitando por la buena senda, que sigamos así y que estaba bien el proceso que se había iniciado’, pero que él no se iba a meter, que era una cuestión del Obispo que estaba llevando adelante esto«.
El recuerdo imborrable de su padre, el coronel Argentino del Valle Larrabure
Argentino del Valle Larrabure nació en Tucumán, el 6 de junio de 1932. Fue un militar argentino, miembro del Ejército, coronel (p.m.), víctima de secuestro, cautiverio de 372 días y muerte en manos del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) en 1975.
Mientras se desempeñaba como subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María, fue secuestrado el 12 de agosto de 1974 durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón por la organización guerrillera ERP y permaneció cautivo 372 días en una denominada «cárcel del pueblo» hasta su muerte. La versión más aceptada y difundida apunta a que fue asesinado, mientras que el ERP aseguró que se «había suicidado».
En 2007, su hijo Arturo Larrabure, emprendió una campaña judicial para que la justicia reabriera el caso que se encontraba prescrito, como un crimen de lesa humanidad. La Procuración General de la Nación desestimó el caso y denegó la consideración como crimen de lesa humanidad luego el juez de la causa consideró prescrita la causa. En paralelo, se abrió una «investigación por la verdad» para determinar los hechos.
En el año 2022 la Santa Sede habilitó su caso con el fin de poder iniciar un proceso formal de canonización. Fue declarado Siervo de Dios el 14 de marzo de 2023.
Su hijo Arturo, quien no quiere y desea que su muerte no haya sucedido en vano, lo recuerda con todo el amor filiar. «La entereza, la templanza, el cumplimiento de la palabra, la fidelidad a la patria. El ejemplo el ejemplo permanente, si me decía tenés que estudiar era el primero que estaba estudiando. La bondad: era muy bondadoso a pesar de ser militar, porque uno asocia el militar con la persona rígida y por ahí era rígido en algunos aspectos, pero tenía una bondad muy fuerte y tenía una gran preocupación por la Argentina. Su casi último destino fue Brasil, donde fue hacer un curso de dos años de perfeccionamiento dónde tenía que estudiar y me dijo ‘mirá hijo, si nosotros seguimos así por la Argentina en el 2000 no vamos a hacer nada y Brasil nos va a pasar por encima’ y de hecho sucedió».
«Era una persona que entendía mucho el corazón humano, la sensibilidad humana. Era provinciano y el provinciano que es del interior vive de otra manera que el que es de Capital Federal tiene por ahí otras otros valores.Esas virtudes podría decir muchas más«.