La ciudad de Ingeniero Maschwitz, conocida por su vibrante escena gastronómica en las inmediaciones de la calle Mendoza, desde hace años se enfrenta con un problema que contradice su reputación como destino turístico y gastronómico.
Desde que se invirtió en la calle Mendoza, específicamente en la intersección con Colectora Este, un local de comida se ha convertido en un foco de conflicto debido a su negativa a vender a los inversores que desarrollaron el complejo gastronómico en la zona. Esta decisión no solo ha generado tensiones con los inversores, sino que también ha llevado a la apropiación del espacio público, obstaculizando el estacionamiento de vehículos en las inmediaciones y la visibilidad para los conductores que circulan por la zona.
La situación se ha complicado con la presencia de plantas y árboles de imponente tamaño en las veredas que obstruyen la visión de los vehículos que doblan desde Mendoza hacia Ruta 26. Los vecinos han denunciado que, a pesar de las quejas, los propietarios del local han seguido ignorando las normas y regulaciones, respondiendo de manera altanera que «ellos tienen banca en la Municipalidad de Escobar«. Por otro lado, un vecino también afirmó que «los vehículos que se estacionaban en la zona han sido objeto de actos de vandalismo, mi coche terminó rayado y supongo que fue por orden de los comerciantes«.
«Es incomprensible que, en una ciudad que se promociona como un destino gastronómico y turístico, se permita que un local de comida actúe con tanta impunidad. La presencia de una camioneta de inspección municipal que no puede tomar intervención, así como la inacción de Defensa Civil, sugiere una falta de coordinación y voluntad política para abordar el problema«.
La ciudad de Ingeniero Maschwitz ha invertido mucho en promocionar su escena gastronómica y turística, con publicaciones y campañas que la presentan como un lugar ideal para pasear y disfrutar de la comida y la bebida. Sin embargo, la realidad en la entrada a Mendoza es muy diferente. La falta de estacionamiento, la mala limpieza y la inseguridad en la zona son solo algunos de los problemas que los visitantes y los vecinos deben enfrentar. «Tienen caballos o gallinas, y en muchas ocasiones hay un fuerte olor a desperdicio de los animales«, manifestaron.
«Es hora de que las autoridades municipales tomen medidas para abordar esta situación y garantizar que los negocios en la zona operen de manera responsable y respetuosa con la comunidad«, agregaron. Ya que la ciudad de Ingeniero Maschwitz debe ser un lugar donde los visitantes se sientan bienvenidos y seguros, y donde los negocios puedan prosperar sin perjudicar a la comunidad.