Una colonia de abejas tomó por propio el campanario de la Parroquia San Juan Bautista de Matheu, preocupando a los vecinos por su presencia.
Si bien en los meses de septiembre y octubre se comienza a visualizar mayor presencia de abejas a nuestro alrededor, debido a la suba de las temperaturas y a una mayor oferta en cantidad y variedad de alimentos para ellas, cuando se divide una colonia provoca un «enjambrazón», como se denomina cuando parte de la población de una colmena se instala en un nuevo lugar que puede ser en viviendas, árboles en la vía pública.
“El enjambre es el resultado de la división natural de la colonia de abejas merced a la bonanza de oferta de alimentos. Se pueden llegar a instalar en lugares donde estén protegidas como el techo de una casa o un taparrollo y eso causa sorpresa y eventualmente molestias o inconvenientes en la vida cotidiana de las personas”, explicó Mauricio Rabinovich, responsable del Programa Nacional de Sanidad Apícola del organismo sanitario.
Para cuidar a las abejas, el Senasa brinda una serie de recomendaciones que podrán implementar los ciudadanos y las ciudadanas para permitir que un enjambre pueda trasladarse fuera de sus hogares hacia una colmena:
Las personas que tienen contacto con esos enjambres naturales se pueden comunicar con los actores del sector, que son los apicultores y apicultoras, para que acudan al lugar y los rescaten.
Desde el Senasa, y dependiendo de dónde vive el vecino o vecina, se les puede brindar orientación; para lo cual se sugiere escribir un correo electrónico a apicultura@senasa.gob.ar
Para más información, las personas interesadas pueden comunicarse a los correos electrónicos apicultura@senasa.gob.ar o al de la Coordinación de Agricultura Familiar senaf@senasa.gob.ar.