«Si bien la presencia de roedores puede acarrear muchos inconvenientes en la salud, la colocación de veneno en un lugar público puede traer aparejados mayores problemas que soluciones».
Eso explicó indignado un vecino de Belén, quien observó y digitalizó cuando un empleado de la Municipalidad de Escobar arrojaba veneno para ratas «al voleo» en la plaza central de la ciudad cabecera del distrito.
«Paré porque no podía creer lo que estaba viendo. No entiendo a quién se le podría ocurrir arrojar libremente veneno a un espacio público donde las personas, (adultos, adolescentes y niños), leen, juegan, toman mate y realizan actividades de esparcimiento. Yo entiendo que las ratas traen enfermedades, pero el veneno puede matar a un niño pequeño», concluyó.