EN EL DÍA DEL ENFERMERO – «Me llamo Gustavo Muñoz, soy enfermero. En el día del Enfermero quería agradecer. Hago paliativos en Ingeniero Maschwitz, por razones inentendibles desde el Hospital Roffo trasladaron a una vecina de Maschwitz, amiga además, el día lunes a su domicilio para que terminara sus días acá. Pero sin ningún tipo de paliativo ni nada que nos pudiera amparar. Yo quiero agradecerles enormemente, en nombre de los hijos, al SAME por haberse acercado el día miércoles, el viernes, el sábado y domingo (que constataron su deceso), al domicilio de Silvia Fromen y no solo brindaron la calidad profesional sino que nos brindaron contención a sus hijos y a mí, que estaba desesperado para hacer algo para salvarla y no podía. Claramente era imposible. En nombre de ellos, al SAME y al Sr. Adrián Peralta, su jefe. A ellos les agradecemos enormemente que hayan tenido esa calidez y calidad profesional para acercarse a nuestro lado y darnos todo el apoyo que necesitábamos hasta último momento».
«Trabajo para un grupo de médicos, para una médica de acá. Pero en este caso, largaron a los hijos desde el Roffo para Maschwitz con un papel que decía ‘necesita paliativos’, pero acá no hay paliativos a domicilio. Llamar al SAME y que vinieran, nos contuvieran, nos hablaran y perdieran su tiempo con nosotros, sobre todo conmigo y comprendiéndome la necesidad de hacer algo, jamás lo hubiera pensado. Y aún con la elección en el medio, el sábado vinieron. Vino una doctora divina, nos explicó que esperáramos. Tuvimos contención y tuvimos esa comprensión que no era esperable y eso es lo que nos ha sorprendido y es lo que nos llena de gratitud. Porque si bien la hemos perdido a Silvia Fromen, ellos estuvieron a la par nuestra y han estado a la par nuestra cada vez que los llamé», concluyó el vecino emocionado.