(NA) – Una abuela fue detenida acusada de drogar y prostituir a sus nietas de 6 y 12 años entre 2011 y 2014 con hombres que citaba en su casa de la localidad bonaerense de Punta Alta.
La mujer obtuvo la prisión domiciliaria por su edad avanzada.
La denuncia fue radicada por las víctimas en 2019 y ahora se conoció el fallo de la Justicia que, además de privar de su libertad a la abuela, también lo hicieron con el papá de las nenas, miembro de la Armada Argentina, y a otro familiar.
En la investigación que llevó adelante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 14, a cargo de Marina Lara, del Departamento Judicial de Bahía Blanca, una declaración de una de las víctimas marcaba que su abuela le daba somníferos y amenazaba de muerte a ellas o a algún ser querido para explotarlas sexualmente.
Además, se colocaba un disfraz para asustarlas y les decía que “les iban a suceder cosas” si no ayudaban en lo que les pedía.
Tras la investigación, la mujer fue detenida en un domicilio de Coronel Rosales, exactamente donde se producían estos aberrantes hechos durante la infancia de las chicas.
Miembros de Establecimientos Navales de la Armada Argentina encabezaron un allanamiento en el Edificio Libertad, donde vivía el padre de las jóvenes abusadas, quien fue suboficial de aquella fuerza.
A su vez, también detuvieron en Neuquén al tío de las víctimas, debido a que participaba de la red de explotación infantil.
“La imputada prostituía a sus propias nietas en su carácter de abuela, promocionado y explotando económicamente a las dos menores de edad. Se efectuaron cantidad indeterminada de citas que se concretaban con hombres mayores de edad en su domicilio, donde residían con su hijo, pero también en domicilios particulares”, indicaron los investigadores de la causa.
“Según el expediente, la abuela, el padre y el padrino prostituyeron a las nenas concretando citas con hombres mayores de edad para que tuvieran sexo a cambio de dinero y con el fin de doblegar la resistencia de las menores”, resumió la fiscalía. La abuela tenía un rol clave ya que organizaba las citas cuando la madre de las niñas no estaba presente.
Por otro lado, “aseguraban el silencio” de las víctimas suministrándoles “somníferos o estupefacientes” y “las amenazaban con matar a otros integrantes de su familia”.
Sobre el padre, el tío y el padrino también caen acusaciones de “abusar de manera carnal de las víctimas en reiteradas oportunidades” hasta 2019. Esos episodios habrían tenido lugar en el domicilio que ocupaban en Punta Alta y cuando convivieron en Ushuaia.
Una abuela drogaba a sus nietas y la obligaba a prostituirse
