EN PLENO CENTRO – La semana no terminó de la mejor manera para el conductor del automóvil Peugeot 307, que tenía la patente FZW 140. Según comentaron los Bomberos Voluntarios de Escobar, su coche había comenzado a arder, pero el dueño del vehículo no se encontraba en el lugar. Tras el inicio del fuego, los Bomberos Voluntarios se desplazaron hasta el lugar a bordo del móvil 21, y el operativo estuvo a cargo del Sub Ayudante Cabanillas. Cabe destacar, que además colaboró el móvil 11 de Defensa Civil, a cargo de Maldonado.
En lo que respecta al inicio del foco ígneo del automóvil estacionado sobre Eugenia Tapia de Cruz, y su intersección con la calle Rivadavia, no trascendió cómo se habría incendiado, pero la labor de los servidores públicos consistía en sofocar las llamas antes que el fuego consumiera el coche por completo, como así también evitar la propagación de las llamas. Asimismo, uno de los principales pedidos fue que los dueños de los automóviles linderos, retiraran sus vehículos para evitar un desastre aún mayor.
Asimismo, no sólo trabajó personal bomberil, sino que miembros de Policía de tránsito colaboró desviando los automóviles. Sobre Tapia de Cruz, entre Colón y Rivadavia, fue cortada por completo y se debieron tomar caminos alternativos para acceder al centro de la ciudad cabecera del distrito. Por otra parte, en lo que respecta al automóvil, habría comenzado a arder por motivos que se desconocen, pero las llamas perjudicaron el motor, y el capót. Lamentablemente, el motor de los automóviles sería como el corazón, así que fue determinado que «se sufrieron pérdidas totales del rodado».
¿Por qué se incendian los automóviles?
El principal detonante es el combustible que circula por diferentes mangueras y bombas. Si estos componentes se encuentran en mal estado, sueltos o agrietados, pueden provocar el derrame de carburante que, al hacer contacto con otros materiales calientes provocan las llamas. También, el recalentamiento del motor puede hacer que una elevación súbita de temperatura produzca la inflamación de líquidos y gases por el calor excesivo.
Bien es sabido que un automóvil está surcado por un sinnúmero de cables que conducen electricidad para activar los diferentes sistemas: luces, audio, mandos y otras funciones.
Una mala conexión o un corto circuito en el sistema pueden provocar la chispa que desate la conflagración al hacer contacto con materiales como el caucho o el plástico. Todo este panorama es evitable con un adecuado mantenimiento de las partes.
Un incendio puede producirse además tras un fuerte impacto de la carrocería por la desaceleración súbita que provoca que algunos líquidos alcancen un punto de inflamación, se salgan de los recipientes que los contengan y generen el posterior inicio del fuego tras una corriente eléctrica, sirviendo como conductores de las llamas hacia la cabina igual a través de los cables.