A MODO DE EDITORIAL
Ayer se cumplió un año de la desaparición física de Mariano Caña, Comandante de Bomberos Voluntarios de Escobar; referente en la Dirección General de Defensa Civil, y gran colaborador de muchas instituciones del distrito y mi amigo de la vida.
Ayer fue un día intenso para todos los que te queremos, porque no podemos entender cómo y por qué tuviste que partir.
Aún hoy intento mandarte mensajes de WhatsApp, pero rápidamente me doy cuenta que no los vas a recibir. Guardo todavía algunos mensajes de audio, que no puedo escuchar y me resisto a eliminar porque está tu voz, tu esencia… ¡Estás ahí!.
Si bien tu muerte no fue asociada con el coronavirus, vos fuiste el primero que nos dejó en plena pandemia, agregándose luego varios compañeros bomberos, muchos vecinos de toda la vida y gente querida de nuestro distrito.
Por eso hoy, Mariano, quiero decirte que no te olvidamos. Tu espíritu sigue acompañándonos en todo momento y estamos esperando poder hacerte el homenaje que te merecés. Porque solo se muere quien se olvida, y nosotros te recordaremos siempre.
La buena nueva es que en el Concejo Deliberante de Escobar entró un proyecto para honrarte, esperemos que pueda ser aprobado y que festejemos, en tu nombre, la buena persona que fuiste en vida.
Tus premios, medallas al valor y actuaciones en situaciones extremas merecen ser reconocidas por todos los vecinos por quienes pasaste noches en vela, perdiendo cumpleaños de tus hijos, pasando festividades en el cuartel, pero con la conciencia tranquila de saber que estabas trabajando por el bien de tu comunidad.
Querido Mariano, me quedo con todos los recuerdos lindos y divertidos que vivimos. Pero por sobre todas las cosas me quedo con el honor de haber sido tu amigo.
¡Un abrazo al cielo!
Diego Curutchague