EXIGEN UNA RECOMPOSICIÓN SALARIAL – El pasado miércoles 16 de abril, trabajadores y delegados de la Línea 60 realizaron una protesta en la cabecera de Ingeniero Maschwitz para reclamar una urgente recomposición salarial. La medida se dio en el marco de una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. Aún no hay acuerdo entre las partes y los trabajadores continúan en estado de asamblea permanente.
La lucha de los trabajadores del transporte sigue sumando capítulos en medio de un panorama económico cada vez más complejo. En esta ocasión, fue el turno de los choferes y empleados de la Línea 60, quienes el miércoles 16 de abril realizaron una manifestación en la cabecera de Ingeniero Maschwitz, exigiendo una mejora urgente en sus condiciones salariales. El reclamo se centró en la falta de avances en las negociaciones paritarias entre el sindicato Unión Tranviarios Automotor (UTA), las cámaras empresarias del transporte automotor y el gobierno. Pese a que el sector se encuentra bajo una conciliación obligatoria, los trabajadores decidieron movilizarse para visibilizar su situación. Cabe destacar que el principal obstáculo para que su labor retorne a lo habitual, gira en torno a una actualización del salario básico, que según los trabajadores debería alcanzar los $2.500.000 mensuales para cubrir las necesidades básicas como vivienda, alimentación, educación, salud, servicios y vestimenta. Esta cifra, argumentan, responde al costo de vida actual y busca recuperar el poder adquisitivo perdido frente a la inflación. “El acuerdo paritario cerrado en febrero ya quedó totalmente desfasado. Los precios suben todos los días, pero nuestros sueldos siguen igual. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”, señalaron desde la agrupación de delegados en el marco de la protesta.

Además del reclamo salarial, los trabajadores plantean la necesidad de una obra social digna y la equiparación salarial con el personal técnico, cuyas remuneraciones, aseguran, son considerablemente más altas pese a las responsabilidades similares.
Como parte de la jornada de protesta, los choferes también realizaron un corte parcial en la autopista Panamericana, a la altura del kilómetro 42.950, en la zona de Campana, lo que generó demoras en el tránsito durante algunas horas.
Pese a la visibilidad del reclamo, hasta el momento no se ha alcanzado un acuerdo entre las partes. Las negociaciones continúan en el marco de la conciliación obligatoria, pero sin avances concretos. Por esta razón, los trabajadores anunciaron que se mantendrán en estado de asamblea permanente, analizando los próximos pasos a seguir. “No queremos llegar a medidas de fuerza más drásticas, pero si no hay respuestas, no descartamos nuevas acciones. Estamos defendiendo lo justo”, expresaron voceros gremiales.
La situación de la Línea 60 no es un caso aislado. En los últimos meses, diferentes líneas de colectivos han manifestado su malestar por la pérdida del poder adquisitivo, la falta de actualizaciones salariales y las condiciones de trabajo. El incremento de los costos de vida, la falta de inversión en el sector y la demora en los subsidios hacen que el conflicto se replique a lo largo y ancho del AMBA.
En ese contexto, los trabajadores piden avanzar en un plan de lucha unificado, con asambleas por cabecera y mayor participación de las bases. “Sólo con organización y unidad vamos a poder defender nuestras conquistas y pelear por un salario que nos permita vivir dignamente”, concluyeron.
Por el momento, la situación sigue abierta y en tensión. Con los colectivos circulando, pero con sus trabajadores en estado de alerta, el conflicto en la Línea 60 vuelve a poner en primer plano las dificultades que atraviesa el transporte público en la Argentina actual, aunque muchos de los conductores creen firmemente que son las empresas las que no están dispuestas a pagar el sueldo que realmente merecen recibir tras las largas jornadas de laborales y los problemas que acarrean al trabajar varias horas sentados arriba de la unidad.