MALVINAS ARGENTINAS – La histórica fábrica finaliza la producción local, dejando 145 despidos. La empresa se reconvertirá en una importadora, en una decisión que la UOM atribuye a la apertura de las importaciones y que SKF justifica como una «reestructuración global».
La multinacional de origen sueco SKF, líder global en la fabricación de rodamientos y soluciones industriales, confirmó el cierre de su planta productiva en la localidad de Tortuguitas. La medida pone fin a la producción local de la compañía después de más de 50 años y tras 118 años de presencia ininterrumpida en Argentina.
La decisión resulta en el despido de 145 trabajadores y la reconversión de SKF Argentina en una importadora que abastecerá el mercado local con productos traídos principalmente desde Brasil.
Impacto y cruce de acusaciones
El anuncio se produce en un contexto de retracción industrial y fuerte apertura de las importaciones. El cierre generó una inmediata reacción del sector sindical.
Crítica gremial:
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, lamentó la decisión y señaló directamente a la política económica actual: «Mientras el mundo cuida su producción, Argentina abre sus puertas a todo lo importado. SKF se va a reconvertir en importadora y perdemos puestos de trabajo».
Postura empresarial:
La compañía, por su parte, atribuyó la medida a una «reestructuración global» necesaria para «asegurar nuestra competitividad» en el mercado internacional.
No obstante, un obrero de la firma difundió una carta asegurando que la empresa no atraviesa una crisis económica (SKF global facturó 9.300 millones de dólares en 2024), sino que aplica una «política deliberada de ajuste patronal y reconversión industrial» para trasladar operaciones a países con menores costos laborales.
SKF, fundada en Suecia en 1907, se instaló en Argentina tempranamente, en 1917, solo diez años después de su creación.
La producción local comenzó recién en 1972.
Además de la planta de Tortuguitas, la compañía operaba con una segunda sede en Rosario y hasta 2015 contaba con un moderno edificio corporativo y un «Centro de Soluciones (Solution Factory)» en su sede bonaerense.
Con más de 650 empleados entre ambas plantas, SKF era un proveedor integral para la industria metalúrgica, el sector automotriz, el agro y otras áreas estratégicas, lo que convierte su partida en un golpe severo a la cadena de valor nacional.
Su oferta se dividía en dos grandes áreas:
- Mercado Industrial:
Rodamientos de todo tipo (a rótula, cilíndricos, de bolas, de alta precisión)
Sellos y obturaciones
Sistemas y soluciones de lubricación
Mecatrónica
Herramientas de mantenimiento y equipos de monitoreo de condición
Productos de transmisión de potencia - Mercado Automotriz (Liviano y Pesado):
Kits de distribución (correas y tensores)
Bombas de agua
Crucetas, semiejes y juntas homocinéticas (CV joints)
Rodamientos de rueda (rulemanes)
Crapodinas y actuadores hidráulicos
Grasas y retenes
El cese de la fabricación local de SKF se suma a un panorama complejo, donde la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA) reportó una caída del 5,2% interanual en la producción y porcentajes históricos récord en la importación de productos similares.