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domingo, enero 19, 2025
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    «Sembrar y Crecer», plantaron un árbol en el jardín del Hospital Erill

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    PROYECTO DE PROMOCIÓN DE LA LACTANCIA – En el marco del Proyecto de Promoción de la Lactancia plantaron un árbol en el jardín del Erill, buscando concientizar sobre la importancia de la lactancia.

    La leche humana tiene todos los nutrientes que un bebé necesita para crecer y desarrollarse. Contiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas, grasas, minerales, vitaminas y hormonas.

    Al término de la actividad dialogamos con Adriana Leguiza, jefa de unidad de Internación Obstétrica en Hospital Erill, para que nos cuente en qué consistió el simbólico acto. «Hoy estamos cerrando el año plantando este arbolito. Es una iniciativa que sucedió con el programa Mil Días desde el primer nivel de atención, o sea desde el municipio bonaerense de Escobar».

    «Se fueron plantando en todos los centros de salud, simbolizando nuestro compromiso como factores de salud con la lactancia. No solamente en los centros de salud, sino también en nuestro hospital público, donde nacen los escobarenses. El hospital de Escobar es la única maternidad que tenemos en el partido, así que este es un acto simbólico de protección», afirmó Leguiza.

    Relacionado a los beneficios de la lactancia, destacó: «la leche humana producida por las mujeres para sus crías es el mejor alimento. ¿Ustedes vieron alguna vez alguna vaca que le dé leche de otro bicho a su cría? No, ¿cierto? Porque cada ser vivo produce el alimento que su bebé necesita. Las mujeres producen leche que es el primer alimento y el más fundamental es que está compuesto por células iguales a las del cuerpito del bebé que necesitan recibir nuestros bebés».

    «Está medio en decadencia la lactancia porque, lamentablemente, la mala prensa de las leches de fórmula hace pensar que cuando uno le da fórmula o leche de sachet a los bebés, engordan mejor y crecen mejor. Hay que desmitificar todo eso, hay que trabajar mucho con eso porque la mejor leche para los chicos es la leche de su mamá. Y en el caso de que muchas veces ocurre que las mamás no podemos amamantar por algún problema de salud porque el bebé nació prematuro o lo que fuera, acompañar ese vínculo que da igual el pecho materno es una labor súper importante de los efectores de salud».

    En el Erill, «nosotros tenemos el equipo de lactancia, el grupo de lactancia humana del hospital. Trabajamos ya desde el embarazo, luego en la sala de partos, donde manejan la terapia y en la internación. Nuestro equipo está compuesto por las obstétricas y por las puericultoras que nos ayudan con las técnicas, con la producción, con el manejo de la lactancia».

    «Hay que des-romantizar un poquito el tema de la lactancia porque uno siempre cree y ve la foto de la mamá contenta que le dan la teta. Atrás de todo eso hay un trabajo súper importante de la mujer, de las familias y de los profesionales de salud que favorecemos este vínculo«, puntualizó Adriana Leguiza.

    Superalimento

    La leche humana es un superalimento para los bebés, proporciona todos los nutrientes, las calorías y los líquidos necesarios para la salud del bebé.

    Apoya el desarrollo y el crecimiento del cerebro del bebé, y es más fácil de digerir para el pequeño.

    La lactancia materna continúa proporcionando los anticuerpos saludables que el bebé recibió naturalmente en el útero. Esto aumenta la inmunidad del bebé a todo, desde el resfriado común hasta afecciones más graves. De hecho, las investigaciones muestran que la lactancia materna ofrece protección contra el asma, eccema, diabetes, obesidad, leucemia, caries, infecciones de oído, diarrea persistente y mucho más. Los estudios también muestran que la lactancia materna reduce los riesgos de que el niño contraiga el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), y previene también otras causas de muerte infantil, e incluso se la relaciona con un mayor CI.

    Después de darle al bebé solo leche materna durante los primeros seis meses, la lactancia puede continuar por todo el tiempo que la madre y su bebé lo deseen.

    Los alimentos sólidos, nutritivos, aquellos con hierro y zinc, deben incorporarse, aproximadamente, a los seis meses. Lo único que tendrán que darle al bebé es gotas de vitamina D desde poco después del nacimiento.

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