ZÁRATE
La carga venía desde Brasil y se dirigía a Olavarría. Sustrajeron las cajas en un descuido del chofer, quien se encontraba descansando en la estación de servicio.
Fueron encontrados a las pocas cuadras y posteriormente detonados. Se registraron, sin embargo, algunos faltantes. No hay detenidos.
El hurto se dio en momentos en que un total de siete camiones de transporte de carga provenientes de Brasil pararon para descansar en la estación de servicio Axion ubicada sobre la Ruta 193, casi en intersección de la Ruta 6, en el distrito de Zárate.
Eran alrededor de las 19.00 cuando se retiraron a dormir y, al día siguiente, a las 7.00, se percataron de que los camiones habían sido abiertos y parte de la carga había sido sustraída por autores desconocidos.
Si bien se registró el faltante en dos o tres camiones, solo uno de ellos contaba con una carga de materia prima de explosivos, más precisamente unas tres o cuatro cajas con más de 200 unidades de medio kilo que ya no estaban. Se dio intervención al Dr. Guevara de la UFI de piratas del asfalto, luego de lo cual, y tras un rastrillaje, personal de la DDI dio con la materia prima sustraída. La misma había sido arrojada en un descampado ubicado a dos cuadras del lugar de los hechos, ya sin la caja contenedora. Se trataba, sin embargo, de parte del contenido robado, desconociéndose hasta el día de la fecha el destino de los explosivos faltantes.
Por tales motivos, y a raíz de que al retirarlos de sus cajas se perdió la cadena de custodia, puesto que se encontraban selladas a bordo del transporte y se los sacó de su empaque original, automáticamente se procedió a la destrucción de los mismos a cargo de personal de la Brigada de Explosivos de San Isidro. Las detonaciones fueron realizadas en tandas, ya que se trataba de nada menos que 100 kg de explosivos, más precisamente artificios de voladura utilizados comúnmente para la minería que se estaban transportando desde Brasil hacia el distrito de Olavarría.
Ante la imposibilidad de realizar la destrucción de una sola vez, se fue graduando la carga explosiva, teniendo en cuenta las especificaciones para las detonaciones controladas de cada uno de estos artificios, en una labor que demoró casi siete horas para los efectivos, pero que logró concretarse con gran éxito.