PUNTERO – Deportivo Riestra se consolidó como el líder absoluto de la Zona B del torneo de Primera Nacional, manteniéndose como el único equipo que hasta ahora no cedió terreno en la lucha por el primer puesto. Con un rendimiento sólido tanto en ataque como en defensa, el Blanquinegro logró sostener una racha que lo mantiene firme en la cima de la tabla, generando ilusión entre hinchas y directivos sobre la posibilidad de pelear por el ascenso.
El equipo dirigido por Cristian Aldirico ha mostrado consistencia a lo largo de la temporada, destacándose por su organización táctica, precisión en la finalización y una defensa que ha permitido que pocas veces sus rivales logren imponerse. Riestra combina experiencia y juventud, con jugadores que responden a la estrategia de presión alta y juego asociativo que caracteriza al club desde hace varias temporadas.
El último partido, disputado en el estadio Guillermo Laza, fue un reflejo de su solidez: Riestra controló el balón, generó múltiples ocasiones de gol y, a pesar de no terminar con un marcador abultado, logró llevarse los tres puntos y mantener la distancia con los perseguidores. La dirigencia destacó la importancia de este liderazgo temprano en la tabla, ya que permite al club planificar estratégicamente los partidos restantes y gestionar el plantel de manera eficiente.
Analistas deportivos señalan que Riestra está mostrando una madurez notable, aprendiendo a manejar la presión de estar en la punta y consolidando su identidad futbolística. La clave de su éxito radica en la combinación de un entrenador que conoce profundamente al plantel, un bloque defensivo sólido y ofensivas bien coordinadas, sumado al compromiso de los jugadores en cada encuentro.
Con la mira puesta en mantener la supremacía, el club buscará sostener la regularidad hasta el final de la fase regular, mientras los rivales de la Zona B intentan acortar distancias. La performance del Blanquinegro no solo entusiasma a los hinchas sino que también posiciona al equipo como serio candidato a pelear por el ascenso, mostrando que la consistencia y la planificación estratégica pueden marcar la diferencia en un torneo tan competitivo.
