BIODIVERSIDAD Y TRASLADO – La superpoblación de estos roedores semiacuáticos en el Hipódromo generaba riesgos. El operativo se realiza bajo estrictos controles del SENASA y permite a la especie retomar su rol de «Ingeniero del Ecosistema» en su hábitat natural.
Un operativo coordinado de fauna silvestre está reubicando a más de 100 coipos (Myocastor coypus), conocidos popularmente como nutrias, que habitaban en el predio del Hipódromo de Palermo. Los ejemplares están siendo reinsertados en ambientes naturales de las localidades de Escobar y Mercedes.
La medida se tomó debido a la superpoblación de la especie en el predio urbano, lo cual representaba un riesgo tanto para la actividad hípica como para la seguridad de los propios coipos, ubicados peligrosamente cerca de las grandes avenidas Del Libertador y Dorrego.
Logística y control sanitario
El traslado se realiza en varias etapas, programadas mensualmente hasta fin de año, y bajo estrictos protocolos y la supervisión de biólogos y representantes de Fauna.
Ricardo Campodónico, veterinario a cargo, enfatizó la responsabilidad integral del procedimiento: “Estamos comprometidos con el cuidado y la seguridad de todos los animales. Por eso, siguiendo las normas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), reinsertamos a los coipos en un ambiente óptimo”.
Previo a la liberación, los ejemplares pasan por exhaustivos estudios micro y macro biológicos para asegurar su buen estado de salud y evitar la propagación de enfermedades a los ecosistemas de destino.
El Coipo: ingeniero de los humedales bonaerenses
El coipo es un mamífero roedor semiacuático nativo de Sudamérica. Se asemeja a un castor pequeño, adaptado a la vida en el agua con patas traseras palmeadas que lo hacen un nadador eficiente. Viven en humedales, esteros, ríos y lagunas, donde construyen madrigueras complejas.
Su rol ecológico en el Delta y zonas ribereñas como las de Escobar y Mercedes es crucial:
Herbívoro modelador: El coipo es fundamentalmente herbívoro. Su constante alimentación de tallos, raíces y hojas de plantas acuáticas, junto con su hábito de excavar madrigueras, actúa como un «ingeniero del ecosistema».
Mantenimiento de canales: Al excavar y alimentarse, el coipo ayuda a controlar la vegetación y a crear o mantener canales de agua, afectando la estructura del humedal y su capacidad de filtración y desagüe.
Riesgo vs. nativos: Aunque en otras partes del mundo (donde fue introducido para la peletería) es considerado una especie invasora, en Argentina es una especie nativa. Su presencia en zonas urbanas como Palermo es atípica y riesgosa, pero su reubicación en ambientes como los de Escobar y Mercedes le permite retomar su función natural sin causar daños significativos, siempre que su población esté balanceada por depredadores naturales.
La reubicación de Palermo contribuye directamente a la salud ambiental de los humedales del Gran Buenos Aires, reforzando la biodiversidad local con ejemplares sanos y protegidos de los peligros urbanos.
