BIEN ARRIBA – El resultado final fue por 1 a 1, y en la vereda de enfrente se encontraba Argentino de Merlo en el estreno de la luz del Barraza. Encontró el premio al esfuerzo cuando se jugaba el descuento después de haber jugado con uno menos casi todo el cotejo.
Lo más fanáticos consideraron una noche histórica para Real Pilar, inaugurando la iluminación de su estadio Carlos Barraza. Pero la fiesta se hizo cuesta arriba desde el amanecer del partido. Sin embargo, en una muestra de esfuerzo y de carácter, el Monarca tuvo premio cuando ya se jugaba el descuento.
Diego Crego aprovechó un centro que rozó la cabeza de un central de la Academia para entrar por el segundo palo y fusilar al arquero Germán Oviedo para clavar el empate y, sobre todo, poner un poco de justicia.
Cuando los dos recién merodeaban las áreas rivales, a los 15 minutos llegó la jugada que rompió el partido. Un error defensivo en la salida, dejó a Maximiliano Laso, el conductor de la visita, cara a cara con el área. En su salida desesperada, Pablo Adasme se lo llevó por delante y fue roja directa para el arquero monarca.
A partir de ahí, el arquero suplente Lucio Chiappero (Tomás Arrotea sacrificó a Mathías Crocco) no paró de trabajar.
Con uno más, Merlo se adueñó de la pelota y tuvo varias chances de liquidar el partido. Llegó el final de la primera etapa y fue lo mejor que le pasó al Monarca en los primeros 45.
Cambió el chip
En la segunda parte, Real cambió la actitud. En inferioridad numérica, asumió los riesgos y salió a buscar el empate, sabiendo que se exponía a la velocidad de Miller Moreno, imparable en sus corridas por la izquierda.
De pronto, el Monarca advirtió que el empate era posible. Lo tuvo Ariel Otermín con un cabezazo bombeado que cayó atrás del arco. A los 13, Emiliano Tabone condujo una contra y su disparo no llegó a ser conectado por Santiago Tossi entrando por la derecha.
El partido era una fiesta. El mismo Tabone se la chocó tras un centro de Nicolás Fittaioli que se desvió en un defensor. Lo tuvo Tossi, Diego Crego casi aprovecha una mala salida del arquero visitante y en la contra, Nicolás Ríos estrelló en el palo lo que hubiese sido la sentencia del partido.
Pero a los 30, a Real se le acabó la pila. Los cambios, lógicos por el gran desgaste de jugar con uno menos, desordenaron al equipo. Y cuando Merlo parecía que lo cerraba y desperdiciaba una y otra contra, llegó la jugada del partido. A los 49, centro de Fittaioli desde la derecha, se pasó el ex Real, Juan Manuel Sánchez que al peinarla hacia atrás, desacomodó a la defensa y Crego, que no había tenido una noche muy precisa, se llenó el pie para definir fuerte ante la salida del arquero.
Esta vez, el festejo de Real no fue por los tres puntos. La inauguración de la luz mostró otro costado del equipo. El que nunca se rinde más allá de las dificultades que le presentó el partido. Quedó en claro que este Monarca puede jugar bien, más o menos o mal, pero siempre va a buscar los partidos. En la próxima, el domingo a las 17, tiene una prueba de fuego visitando a Berazategui.