Ocurrió en el kilómetro 65 del ramal Campana. El parabrisas de un camión terminó dañado. Hechos similares en el mismo lugar se cobraron víctimas fatales en los últimos años.
La inseguridad en las rutas volvió a quedar expuesta este fin de semana con un nuevo ataque protagonizado por los denominados «tira piedras», un fenómeno delictivo tan peligroso como recurrente en el ramal Campana de la autopista Panamericana.
El episodio más reciente tuvo lugar este sábado por la noche, en el kilómetro 65 de la Ruta 9, en sentido a Campana. Allí, Matías, un camionero que transitaba la zona, fue atacado por un grupo de al menos tres personas que, desde un puente peatonal, comenzaron a arrojar piedras de gran tamaño contra su vehículo con la aparente intención de obligarlo a detenerse para luego asaltarlo.
“Vi cómo tiraban desde arriba. Me pegaron en el parabrisas, me rompieron el vidrio. Eran tres tipos. Tiraban para que frene y robarme”, relató el conductor, aún conmocionado por lo ocurrido. El impacto no solo dañó el parabrisas del camión, sino que casi le cuesta el control del vehículo en plena circulación.
El chofer también denunció otras irregularidades en el área, como la falta de patrullaje y la nula iluminación en ese tramo: “Hace días que no anda la luminaria y nunca encontré un patrullero por la zona. Estamos a la deriva”, agregó.
Este tipo de ataques no es aislado. Se trata de una modalidad delictiva que se ha instalado en distintas zonas de la autopista, pero que tiene una preocupante frecuencia en el corredor cercano a Campana. Los delincuentes lanzan objetos contundentes, principalmente piedras o adoquines, contra vehículos en movimiento con el objetivo de forzarlos a frenar y así poder perpetrar robos.
Lo más alarmante es que, en ocasiones anteriores, este accionar ya se ha cobrado vidas. En octubre de 2024, un camionero que intentó esquivar un adoquín terminó chocando contra una moto: el conductor de la misma, un joven de la zona, falleció en el acto. Otro caso trágico ocurrió en 2023, cuando un automovilista fue embestido mientras intentaba huir a pie tras un ataque similar. La víctima murió tras ser atropellada mientras cruzaba corriendo la autopista, en medio del caos generado por los atacantes.
Pese a los reiterados reclamos de vecinos, transportistas y conductores habituales, la respuesta estatal ha sido hasta ahora insuficiente. La falta de iluminación, sumada a la escasa presencia policial en la zona, convierte a este tramo de la Panamericana en un punto crítico para la seguridad vial.
Desde el sector transportista se renuevan los pedidos de mayor vigilancia, instalación de cámaras de seguridad, mejor mantenimiento del alumbrado público y patrullajes constantes, para prevenir hechos que, como ha quedado demostrado, no solo representan un riesgo económico, sino que también pueden terminar en tragedia.