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jueves, marzo 28, 2024

“Posta de Algarrobos” nuevo espacio conmemorativo en la plaza de la estación de Escobar

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IMPOSICIÓN DE NOMBRE – Tras ser aprobado en el Honorable Concejo Deliberante de Escobar la creación de un espacio conmemorativo ubicado en la plaza Antonio Lambertuchi, lugar donde se encuentran los bustos de José de San Martín, Manuel Belgrano y Martín Miguel de Güemes sobre avenida Tapia de Cruz, entre Colón y las vías del ferrocarril, ayer se realizó el acto de imposición de nombre:
“Posta de Algarrobos”.

El acto estuvo encabezado por el secretario de Gobierno, Javier Rehl, en representación del intendente Ariel Sujarchuk.
Participaron también el Presidente de la Asociación Belgraniana en Escobar Rubén Benvenuto, la Guardia de Honor del Regimiento de Granaderos a Caballo del Instituto Nacional Sanmartiniano, miembros del Honorable Concejo Deliberante de Escobar, el presidente del Consejo Escolar, Daniel Ciaccia, funcionarios municipales, instituciones educativas, entidades de bien público y vecinos en general.

En primer lugar tomó la palabra el presidente de la Asociación Belgraniana en Escobar, Rubén Benvenuto quien recordó frases célebres del General Belgrano, del General San Martín y del General Güemes, pidiendo un minuto de silencio por los caídos en batalla.
También recordó la estadía en Escobar del General Belgrano con sus tropas, el 27 de enero de 1812, quienes se hospedaron en la Posta de la Cañada de Escobar, donde hacen noche para restablecer el viaje hacia Rosario. Pernoctan en Escobar y a la madrugada del día siguiente parten al galope hacia su destino. Un mes después Belgrano crearía la Bandera Nacional a la orilla del Río Paraná.

Por su parte, al tomar la palabra Javier Rehl manifestó: “No queremos renunciar a los sueños de los padres de la patria. Ver acá los bustos de ellos nos llena de orgullo. La historia tiene que ser algo vivo, no puede ser algo inherte, algo que está solamente en las hojas de un libro, la historia siempre tiene que estar asociada con las cosas que nos sucedieron pero fundamentalmente con las cosas que suceden y las que van a suceder. La historia indudablemente es escrita todos los días por nosotros y escribir esa historia tiene que ver con el hecho de que estemos presentes hoy acá. Que estemos presentes acá es dar testimonio de que hubo padres fundadores, patriotas, que dejaron de lado todo interés mezquino y personal por ir en busca de algo muchísimo más importante que fue justamente primero la independencia de nuestros países, la liberación de nuestros pueblos en toda latinoamérica y donde cada uno de los que están acá presentes, porque siguen presentes, el general Güemes, el general San Martín, el General Belgrano, realmente fueron artífices de esa independencia. Que la memoria de estos patriotas la tome una asociación como la Belgraniana de acá de Escobar nos llena de orgullo”.

La historia del histórico abrazo

En diciembre de 1813, el Triunvirato, poder central de las Provincias Unidas, decide nombrar a San Martín mayor general del Ejército del Norte, en reemplazo de Eustoquio Díaz Vélez y lo pone al frente de una expedición que parte a apoyar a aquella fuerza, que viene en retirada a Tucumán tras los desastres de Vilcapugio y Ayohuma.


Pero, poco después, dispone que San Martín directamente reemplace a Belgrano en el comando, función que San Martín se resiste a aceptar.
El coronel marcha a su destino. El 17 de enero, ambos jefes se encuentran por primera vez personalmente, aunque mantenían desde 1812 una correspondencia que había generado recíproca estima.


El encuentro, según la tradición, fue en la posta de Yatasto, aunque investigaciones más ajustadas aseguran que ocurrió en la cercana Posta de Los Algarrobos.
La polvareda le anunció la llegada de Belgrano, San Martín formó a su escolta en posición militar, y se puso al frente. Belgrano se bajó de su caballo, avanzó hasta que se fundieron en un abrazo que se conoce como el “Abrazo de Yatasto” aunque ocurrió en la posta Los Algarrobos, porque la de Yatasto no estaba en funcionamiento.
Como aún no ha llegado a sus manos el despacho que otorga el mando supremo a San Martín, el general Belgrano lo designa segundo jefe. Recién el 29 de enero, el recién venido se hará cargo de la fuerza. Con toda humildad, Belgrano acepta quedar al mando del Regimiento 1, que San Martín le confía.
Se dice que San Martín se demoró todo lo que se pudo el cambio de mando para no herir los sentimientos de Belgrano y que éste se ofreció a ser segundo de San Martín “sin prestigio ni porvenir”. Disciplinado y obediente, después de entregar el mando, permaneció como un soldado más a la orden del nuevo jefe hasta el 1 de marzo de 1814.

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