AVANCE JUDICIAL – Gallardo y Josué Salvatierra, el pastor que figuraba entre los sospechosos en el crimen de Paloma, los adolescentes de 16 y 14 años hallados sin vida en un descampado de Florencio Varela, declaró ante la Justicia y negó cualquier vinculación con el hecho. La fiscalía confirmó que su testimonio no aportó información directa sobre el crimen ni sobre los posibles responsables.
El religioso, identificado como José Paredes, se presentó ante el fiscal Darío Provisionato y explicó que mantenía una relación de amistad con los padres de Paloma, Omar Gallardo y Alicia Pita. Según fuentes judiciales citadas por Noticias Argentinas, el testigo se limitó a relatar su vínculo con la familia y las actividades compartidas en la iglesia, además de mencionar algunos reencuentros posteriores al homicidio.
De acuerdo con las mismas fuentes, Paredes habló de “diferencias religiosas” con Gallardo y describió su percepción sobre el estado emocional del padre de la víctima, así como su participación en la organización del velorio. También señaló que solía visitar cárceles para predicar, aunque aclaró que esas actividades no guardan relación con el expediente que investiga el doble homicidio.
“Sus manifestaciones no contribuyeron al esclarecimiento de los hechos”, indicaron los investigadores, que continúan tomando declaraciones y analizando pruebas para determinar responsabilidades.
El caso
El 30 de enero, Paloma y Josué desaparecieron luego de salir presuntamente hacia un gimnasio de la zona de Bosques. Dos días después, sus cuerpos fueron encontrados en un terreno baldío cercano a las vías del ferrocarril Roca.
Las autopsias confirmaron que ambos murieron por traumatismos craneales graves provocados por golpes contundentes. En el caso de Paloma, la causa del deceso fue una lesión cerebral por fractura de cráneo, mientras que Josué falleció a raíz de una hemorragia cerebral con las mismas características.
La causa se encuentra caratulada como homicidio criminis causa, figura que implica matar para ocultar otro delito. Hasta el momento no hay detenidos y el fiscal mantiene la hipótesis de que los jóvenes fueron asesinados en otro lugar y luego trasladados al descampado donde fueron hallados.
