Vecinos del barrio El Casco, en la localidad de General Pacheco, se congregaron en una manifestación pacífica para expresar su rechazo a la posible construcción de torres de gran altura en la avenida Boulogne Sur Mer. La protesta, que consistió en un abrazo simbólico, se realizó como forma de defensa del perfil urbano tradicional del barrio y en reclamo del cumplimiento de normativas vigentes.
La movilización vecinal tuvo como eje central una ordenanza aprobada en 1996, durante la gestión del entonces intendente Ricardo Ubieto. Aquella normativa, impulsada en el marco de un ambicioso proyecto de modernización del distrito de Tigre, había eliminado en su momento ciertos límites de altura con el objetivo de atraer inversiones y posicionar al partido como un polo urbano relevante en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, los vecinos sostienen que el crecimiento vertical indiscriminado atenta contra la identidad del barrio y podría traer consecuencias negativas tanto en la calidad de vida como en la infraestructura, ya que, argumentan, “las calles, los servicios y los espacios verdes no están preparados para un aumento tan abrupto de densidad poblacional”.
Ante este escenario, el intendente Julio Zamora anunció recientemente, durante la Apertura de Sesiones del Honorable Concejo Deliberante en marzo, que el Municipio trabaja en un nuevo esquema de ordenamiento urbano que establecerá límites de altura acordes a cada localidad y tipo de avenida. Según fuentes oficiales, la nueva normativa buscará equilibrar el desarrollo urbano con la preservación del entorno y la participación ciudadana.
Los manifestantes, por su parte, valoraron este compromiso, pero advirtieron que seguirán movilizados y atentos a que las decisiones se implementen efectivamente. “No estamos en contra del progreso, pero sí queremos que se respete la esencia del barrio y que las obras se planifiquen con criterios ambientales y sociales”, expresó una vecina durante la protesta.
Este tipo de manifestaciones refleja una creciente conciencia urbana en distintas localidades del conurbano, donde los vecinos exigen tener voz en los proyectos que impactan en su calidad de vida.