MATHEU
Nuevamente gracias a la solidaridad de los hinchas de Boca Juniors y de vecinos solidarios que siempre trabajan para el barrio, gran cantidad de familias de la localidad de Matheu pudieron tener un plato de comida en la mesa para celebrar el Día del Padre el pasado domingo.
Volvió a realizarse una olla popular en el comedor que gestiona Manuela Brizuela, titular de la organización “Ayudanos a ayudar”, que en esta oportunidad volvió a contar con la colaboración de voluntarios de la Filial de Boca Juniors, además de vecinos hinchas de otros equipos, porque para la solidaridad “no hay camisetas”.
Los voluntarios Santiago, Juan y Agustina, entre otros, se presentaron otro fin de semana más en el espacio para ayudar a dar una mano a quienes más lo necesitan. Desde las 9.00 del domingo comenzaron a preparar las verduras que les permitieron cocinar ese día un delicioso guiso de lentejas con albóndigas.
Muchos papás se acercaron hasta el lugar para buscar la comida para llevarles a sus hijos en el Día del Padre, la cual fue entregada acorde a un estricto procedimiento que incluye la sanitización con alcohol en gel, desinfección de recipientes y el distanciamiento en la fila. “Si es para hacer algo bueno y ayudar, siempre estamos”, dijeron a este medio.
Gracias a este esfuerzo, lograron durante la jornada darles de comer a unas 60 familias que, en promedio, multiplicadas por cinco o seis personas, suman más de 300 bocas alimentadas.
“Hoy estar en el Día del Padre, tanto para los chicos que vinieron a ayudar, como también acercarles para que hoy en familia puedan comer, la verdad que a nosotros nos llena de orgullo y un poco de tristeza, porque en realidad la situación amerita que hoy estemos en la calle, pero es bueno poder decir que hoy estamos con ellos, acompañándolos. Es un honor para nosotros y para todos los que acompañamos”, afirmó por su parte Manuela, encargada del comedor que también prepara la merienda para los vecinos los días de semana.
Grupo El Diario también dialogó con Claudio, un papá de la zona que, por un lado, colabora con la institución y a su vez concurre a buscar el alimento para llevar a su casa: “Estoy muy contento y agradecido con lo que hace Manuela y quienes ayudan. Soy albañil, pero ahora no tengo trabajo y hago changas, salgo a cortar el pasto o cualquier cosa”, relató, sobre su difícil situación. En su hogar lo esperaba su esposa con sus cinco chicos. “Estoy muy sorprendido con lo que hacen, lo importante es estar en familia”, finalizó.