A pocos días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el gobierno de Javier Milei sostuvo que espera «que se respete el proceso electoral y la integridad de todas las personas participantes», y advirtió que «el respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes».
Lo hizo a través de la Cancillería, que difundió un comunicado sobre «la situación en Venezuela», luego de un nuevo cruce entre ambos gobiernos sucedido la semana pasada, a raíz de que Maduro, quien competirá este domingo por otro mandato, tildara a Milei de «malparido, nazi y fascista», que está «pasando la motosierra a los trabajadores».
En el comunicado, la cartera que comanda Diana Mondino remarcó que «comunicó a la Corte Penal Internacional la reincorporación de la Argentina a la remisión sobre la situación respecto a los Derechos Humanos en la República Bolivariana de Venezuela», y recordó que «el gobierno de Alberto Fernández había retirado a la Argentina en 2021».
De esa forma aludió la denuncia hecha en 2018 en la que se pedía a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, para que se investigara al régimen de Caracas por violaciones a los derechos humanos.
También insistió en que la gestión Milei realizó «una declaración conjunta con los gobiernos de Uruguay, Paraguay, Costa Rica y Guatemala alertando por el proceso electoral que tendrá lugar en Venezuela el próximo 28 de julio», y que «en este sentido, se exige el inmediato cese del hostigamiento, persecución y represión contra figuras de la oposición, así como la liberación de todos los presos políticos».
«El Gobierno argentino espera que se respete el proceso electoral y la integridad de todas las personas participantes. El respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes», finalizó el texto.