DECLARACIÓN – La derrota 2-1 ante Boca en La Bombonera dejó mucha bronca en el plantel de Estudiantes de La Plata, pero el que no se guardó nada fue Fernando Muslera. El experimentado arquero uruguayo, una de las figuras del Pincha pese al resultado, habló después del partido y no dudó en apuntar directamente contra el arbitraje y el manejo del tiempo durante el encuentro. “Me sorprendió la demora porque es un equipo grande, pensé que iban a tener más respeto por el juego”, lanzó con visible enojo ante los micrófonos.
El partido fue intenso, con polémicas desde el primer tiempo. Boca abrió el marcador con un gol de Merentiel tras una jugada revisada por el VAR, mientras que Estudiantes igualó de penal a través de Carrillo. En el complemento, cuando el trámite parecía controlado, el Xeneize encontró el 2-1 definitivo con un cabezazo de Cavani, en una acción que también generó protestas por una posible falta previa. A partir de allí, el clima se caldeó. Muslera reclamó demoras, interrupciones y una falta de criterio del árbitro principal, Germán Delfino, que según él terminó favoreciendo al local.
“Hay cosas que te sacan del partido. El arquero de ellos se demoró en cada saque, los jueces no apuraban y cada falta era a favor de Boca. Uno se siente impotente, porque venimos a jugar, no a ver cómo se administra el tiempo”, expresó el arquero, visiblemente molesto. Además, cuestionó el uso del VAR: “Dicen que está para impartir justicia, pero cuando tiene que intervenir a favor de los equipos chicos, se toma todo el tiempo del mundo. Contra los grandes, todo es más rápido”.
Las declaraciones del exgaláctico uruguayo no pasaron desapercibidas y generaron repercusión inmediata en redes sociales. Los hinchas de Estudiantes respaldaron sus palabras, mientras que los de Boca lo criticaron por “buscar excusas”. Más allá de las opiniones, lo cierto es que Muslera reflejó un sentimiento que viene repitiéndose en varios equipos del fútbol argentino: la sensación de que el peso de la camiseta sigue influyendo en los arbitrajes.
Desde el lado de Boca, nadie quiso entrar en polémica. Diego Martínez, el técnico xeneize, se limitó a decir que “fue un partido intenso y parejo, donde supimos aprovechar nuestras chances”. Sin embargo, dentro del vestuario de Estudiantes la bronca fue evidente. “Nos vamos con la sensación de que hicimos un buen partido y no nos dejaron competir en igualdad de condiciones”, deslizó otro jugador que prefirió no dar su nombre.
Con la derrota, el Pincha quedó relegado en la lucha por meterse entre los cuatro primeros de su zona, mientras que Boca sigue firme en los puestos de clasificación a los playoffs. Pero más allá del resultado, el foco quedó en las palabras de Muslera, que volvió a poner sobre la mesa un debate eterno: el trato desigual entre los equipos grandes y el resto.