Junto con las vacaciones, parece cobrar fuerza un tipo específico de delito que es el de los robos a viviendas en ausencia de sus ocupantes, o comúnmente llamado “escruche”. Así, mientras alguien disfruta el descanso, otros están haciendo “inteligencia” en el barrio o directamente se apoderan de los bienes de quienes están vacacionando.
Dentro del mundo delictivo, el de los robos a viviendas ocupa uno de los capítulos entre las especialidades. Según contó un policía con experiencia en investigaciones, “hay ladrones que se dedican solo a esta clase de delito. Son los que, en la jerga, se denomina como “escruchantes”.
“Normalmente se mueven de a dos como mínimo, pero pueden ser más y hay que prestar atención a la calle porque normalmente tiene un vehículo de apoyo para trasladar las cosas que se llevan”.
“Lo más efectivo es que un vecino vigile la casa. Hay familias que cuentan con alarmas, rejas e incluso cámaras y tienen seguridad todo el año, pero creo que lo mejor es contar con el acompañamiento que pueda generarse entre los vecinos. Entonces, mientras alguien sale de vacaciones otros puede darse una vuelta por la casa”, apuntó el oficial con experiencia en barrios y localidades de la periferia.
Otras opciones a las que los ladrones escapan: las casas con movimiento. Para eso, se mencionó la posibilidad de que alguien la habite mientras la familia está afuera y cuide la presentación del inmueble, evitando la imagen de “abandono” temporal que dan la falta de limpieza exterior y cuidado de plantas, pastos y boletas o publicaciones tiradas.
Un dato para tener en cuenta si se va de vacaciones: esperar hasta que esté en casa para publicar fotos y estados en los medios sociales.