MARKETING DIGITAL – Las redes abiertas están perdiendo terreno frente a las microcomunidades digitales, espacios reducidos y auténticos donde la conexión real pesa más que la fama. Según un reciente estudio, casi tres cuartas partes de las agencias de marketing consideran que los microinfluencers y los nichos especializados tendrán más impacto que las celebridades hacia 2026. En estos entornos, la influencia no se mide por la cantidad de seguidores, sino por la credibilidad, la coherencia y el vínculo de confianza que se construye día a día.
Este cambio responde al deseo de los usuarios de mayor privacidad y sentido de pertenencia. A diferencia de los grandes espacios sociales dominados por algoritmos, las microcomunidades prosperan en entornos cerrados o semiprivados, como foros especializados, grupos de afinidad o experiencias presenciales diseñadas para miembros. Allí, las marcas ya no buscan imponer mensajes, sino escuchar, dialogar y acompañar. El éxito deja de medirse en clics o impresiones y pasa a evaluarse por la conversación genuina que permanece después de cada encuentro.
La autenticidad y el propósito se consolidan como los pilares del nuevo marketing. “Las marcas que entienden esto no caminan solas: se apoyan en aliados capaces de diseñar experiencias que emocionan, inspiran y perduran”, explica Natalia Sánchez, directora de desarrollo de negocios de la agencia another. En un contexto de saturación informativa y desconfianza, las conexiones más valiosas no se viralizan: se construyen. Las microcomunidades, basadas en confianza y colaboración, son hoy el escenario donde las marcas encuentran su verdadero significado.