PESCA ILEGAL – Liu Zhijiang, el empresario pesquero chino dueño del barco TAI AN que capturó 163 toneladas de merluza negra en el Mar Argentino, defendió sus acciones y negó haber cometido un delito ambiental.
Liu admitió no tener cuota autorizada para pescar merluza negra, pero aseguró haber presentado una denuncia para recuperarla. «Yo tenía [cuota autorizada] y me la sacaron. Había hecho una denuncia para que me la devuelvan», explicó.
Liu relató que había ido a pescar merluza polaca, pero que en la zona también había merluza negra. «No sé porqué: a lo mejor se casan, hacen fiestas, no sé qué hacía ahí la merluza negra. Tiré la red. Sacamos 70 toneladas», detalló.
«No hay ningún desastre», afirmó Liu. «Hicieron la inspección, la filmaron y filtraron esa foto de juveniles para perjudicarme. No son juveniles y esas toneladas son por pesca incidental», dijo el empresario chino a Clarín, acompañado por su abogada, María Eugenia Chiarvetto.
El empresario sostiene que la captura de la especie protegida fue incidental y que no se trataba de ejemplares juveniles, como se había sugerido en una imagen filtrada. La abogada Chiarvetto argumentó que el barco de Liu es sostenible y sustentable, y que la pesca incidental es común en la pesca con red de arrastre.
La abogada reveló que el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, había intercedido el 5 de febrero para que Liu obtuviera una cuota extra de merluza negra, a pedido de las empresas.
Liu Zhijiang enfrenta denuncias de tres empresas competidoras, pero mantiene su inocencia y espera poder reanudar sus operaciones.
Operativo en el Puerto de Ushuaia
Al arribar al puerto de Ushuaia por orden de la Prefectura, se descubrieron en el buque Tai-An unas 163 toneladas de merluza negra. La situación se agrava al considerar que entre la carga se encontraron ejemplares juveniles de la especie, cuya captura está estrictamente prohibida a nivel global con el fin de preservar su población.
Faltas ambientales y legales
La operación de decomiso del cargamento se realizó bajo la supervisión de la Subsecretaría de Pesca y Agricultura de la Nación, que detectó graves faltas ambientales por parte de la embarcación.
El buque, de propiedad del empresario chino Liu Zhijiang, carecía de cualquier cuota extra autorizada para la captura de estos ejemplares, lo que ha generado un escándalo de grandes proporciones.
Las implicaciones legales de este incidente han sido inmediatas, con la renuncia de varios funcionarios del gobierno nacional involucrados en el escándalo, entre ellos Julián Suárez, Pablo Ferrara Raisberg y Guillermo Abdala Bertiche. Estas dimisiones subrayan la gravedad del asunto y el compromiso de las autoridades para con la legalidad y el medio ambiente.