EJEMPLOS DE VIDA – Días atrás, en el marco de una jornada denominada «Ponete en el lugar del otro» llevada adelante por la dirección general de Seguridad Vial de la Municipalidad de Escobar, conocimos a Maximiliano López y a Yanina Guebel.
Maximiliano es un joven escobarense que tras un accidente debe utilizar una silla de ruedas y fue quien llevó la iniciativa de las actividades realizadas en la plaza San Martín.
Yanina Guebel es terapeuta ocupacional y dentro de sus actividades está la de «formación e instrucción a nuevos terapeutas para que puedan aprender el manejo de silla de ruedas y así poder ayudar a quienes se vienen a rehabilitar. Esto es una Formación que viene de México», remarcó Maximiliano y agregó: «Ella es una de las primeras personas a quien habilitaron sin ser una persona con discapacidad para poder transmitir estos conocimientos».
«A partir de esta experiencia surgió la posibilidad de reflotar un programa que se llamó «Vida Independiente» donde esta gente de México capacitaba a usuarios de silla de ruedas para que a su vez ellos pudieran repetir la experiencia en cada país».
«Este programa hizo un cambio grande en la rehabilitación en Argentina, donde hoy se trabaja el manejo de silla desde el primer momento permitiéndole al usuario poder ganar espacios que antes eran impensados», mencionó Yanina.
«En la medida que los usuarios de sillas fueron ganando la calle , comenzó a ponerse de manifiesto la limitación del espacio público».
«Básicamente muchas veces se parte del concepto de que a la persona con discapacidad hay que empujarle la silla. Ahí nace mooving, una iniciativa privada que busca mediante la realización de un campamento de cuatro días. Yani y un equipo de terapeutas les dan a un grupo de personas con discapacidad una serie de entrenamientos en diferentes habilidades en un entorno de alto nivel de seguridad y también muy empático», detalló Maximiliano.
«La clave y ahí es donde entré yo a participar es también la posibilidad de que usuarios de silla que ya pueden ocupar esos espacios les den a ellos desde el mismo lugar las herramientas y vivencias para que también lo logren», afirmó el joven escobarense.
«Yo nací en Escobar y por un accidente a mis 47 años comencé a conectarme con esta realidad y detecté que la gente a mí círculo íntimo al acompañar mi evolución comenzó a conectarse con esta realidad también. De eso surge mi motivación a que más gente pueda conocer de primera mano qué significa la accesibilidad. Y que a partir de ahí pueda incorporarlo como lo hizo la gente que me rodea desde la empatía y no desde la imposición».
«Mi bisabuelo era empleado en la Muni. Trabajaba con la barredora que estaba en el jardín japonés. El plantó las palmeras que están en la cabecera de la pista de atletismo», cerró Maximiliano contando orgulloso su origen.
Una historia de vida que se debe tomar como ejemplo.