En el marco del ciclo de articulación comunitaria que viene desarrollando el Colegio de Trabajadores Sociales de Zárate-Campana, el viernes se llevó adelante el primer conversatorio en Escobar conjuntamente con la Jefatura Distrital de Educación de Escobar «Abordajes en maltratos en niñeces y juventudes».
El evento, realizado en la Escuela Primaria N°13 de Ingeniero Maschwitz, contó con una gran convocatoria, de 185 asistentes: autoridades educativas del distrito y de la región, docentes y EOE de todos los niveles y modalidades, organismos de niñeces, municipales, y gremios docentes.
Expusieron la Dra. María Jesús Herrera, especialista en género, Secretaria General de la fiscalía General del departamento Judicial Zárate-Campana, secretaria penal y coordinadora de CAV (Centro de Asistencia a la víctima) del Ministerio Público Fiscal, y el Fiscal de la UFI No. 4 de Escobar el Dr. Cristhian Fabio.
Coordinaron: Laura Valla (Jefa Distrital) y Gladys Dalpra (Presidenta CTSZC)
Estuvo destinado a: Directivos, docentes y Equipos de orientación escolar de todos los niveles y modalidades, Secretaría de Niñez, organismos de intervención en niñeces y juventudes, trabajadores sociales de la región, entre otros.
En el transcurso del encuentro se analizó el trabajo local, provincial y nacional para la erradicación de la violencia y los malos tratos hacia niños, niñas y adolescentes, y se estudió el desarrollo de posibles estrategias de promoción para el buen trato y la crianza desde las instituciones.
La violencia en el interior de la familia es uno de los problemas más graves que padece nuestra sociedad y el maltrato a la infancia es, quizás, la expresión más elocuente de la ruptura de los vínculos de responsabilidad entre las generaciones. El maltrato y el abuso constituyen una vulneración de los derechos de la niñez. Aunque ocurran en el hogar, no constituyen un hecho privado porque todo lo que concierne al desarrollo integral de un niño es un asunto de interés público.
Cuando un niño crece en un ambiente de violencia o abuso se vulnera su identidad, se afecta su potencialidad de aprendizaje y de integración con su ambiente y se compromete su capacidad de definir un proyecto de vida. En contextos de este tipo, las escuelas pueden convertirse en un espacio de reparación.
Dicha reparación puede ser encarada desde diferentes perspectivas. Por un lado, desde la movilización de un gran número de procesos y mecanismos de defensa: la calidez afectiva, el apuntalamiento de la autoestima, la integración grupal, la idealización y el fortalecimiento de la capacidad de imaginar un futuro mejor. Por el otro, utilizando los propios procesos de enseñanza y aprendizaje. El trabajo intelectual, la capacidad de narrativa, la expresión artística o deportiva, el éxito en el proceso escolar, son también factores que permiten fortalecer las capacidades para superar las secuelas del maltrato.
«Agradecemos a la Inspectora jefa Distrital Lic. Laura Valla, a la Dra. María Herrera y al Fiscal Cristhian Fabio, como así también a cada uno de los participantes por enriquecer el debate acerca de las intervenciones profesionales en maltratos con nuestras infancias, adolescencias y juventudes», mencionaron.