NIÑEZ, INFORME – (NA) – La mitad de los chicos que rescatan de la calle, que tienen entre 6 y 19 años, no sabe leer ni escribir; y el 64% de sus hogares no cubre lo necesario para calzado y vestimenta, reveló el director de la Fundación Cartoneros, Diego Guilisasti.
Además, hizo mención a investigaciones existentes hasta el momento para asegurar que el 80% de los hogares pobres no llega a cubrir las cuatro comidas diarias.
Durante la pandemia (2020 y 2021) se triplicó la cantidad de personas en los comedores y, después, esos números no bajaron: «hay mayor nivel de empleos y changas, pero la plata no alcanza», dijo el dirigente social que educa a hijos de cartoneros.
Indicó luego que, si bien no hay estadísticas exactas, se calcula que de los 150.000 cartoneros que había en todo el país antes que estallara el coronavirus en marzo de 2020, ahora se estima que pasan largamente la cifra de los 200.000.
Fueron vulnerados los derechos de los recuperadores urbanos (así llama Guilisasti a los cartoneros) y la situación en los barrios es muy compleja.
«Todavía hay mucha estigmatización: nos está pasando que la gente no les abre la puerta, no los mira cuando el recolector va de puerta en puerta», agregó.
Entrevistado por el periodista Horacio Finoli en el programa Ahora o nunca, el espacio de la Educación, informó que la ONG tiene una lista de espera de 140 chicos; «el boca en boca en estos dos años ha sido muy fuerte; pero cuando tengamos capacidad de alojarlos a todos, seguramente el número de los que que necesitan se agranda, porque crece todos los días».
Chicos rescatados de la calle
Fundación Cartoneros planifica un segundo piso de su sede ubicada en Maquinista Savio (a la vera de la ruta 26, entre Ingeniero Maschwitz (Ruta 9) y Del Viso (ruta 8) a 30 minutos de CABA), para lo cual programa un encuentro de recaudación de fondos y poder darle el lugar a esos 140 que están en lista de espera.
Informó además que los chicos que rescatan viven en el barrio, los educan a contraturno de una escuela común, de 13 a 16, funciona de lunes a viernes.
Tienen, además, un programa de alfabetización a través del cual enseñan a escribir a 120 chicos aproximadamente.
A los chicos que rescatan de la calle les toman una evaluación a principios, a mitad de año y, la misma, a fin de año que les permite una correlación de índice para ver si están aprendiendo y si ellos están enseñando.
Consultado sobre la diferencia entre su ONG y el Centro Educativo «Isauro Arancibia», que desde hace más de 20 años trabaja en el barrio de San Telmo con personas en situación de calle, de la mano de la maestra social Susana Reyes, consignó que la principal diferencia es que está muy pautado -año a año en las escuelas- lo que cada docente tiene que dar y los alumnos tienen que aprender; «nosotros no lo tenemos tan programado», aclaró.
«Tenemos chicos en 4to, 5to y 6to grado que no saben leer y escribir, a esos chicos no le enseñamos problemas de Matemática o textos complejos, porque no saben leer y escribir, le enseñamos leer y escribir», remarcó.
Ante otra consulta, expresó que «somos totalmente apartidarios, si bien nuestro proyecto tiene 10 años de historia, nuestro espacio tiene recién 3, estamos abiertos a trabajar con cualquier partido político».
«La diáspora social -prosiguió- es un problema muy complejo, si tomamos indicadores del propio Gobierno: tenemos un 55 por ciento de la población cuyos derechos han sido vulnerados y podrían considerarse pobres, es más de la mitad del país».
Finalmente, advirtió que «sabemos que los recursos no alcanzan, por eso, uno tendería a pensar que el problema de la pobreza se va a agudizar. Todos hacen bandera detrás de la pobreza y la mencionan en sus discursos políticos, pero la pobreza sigue existiendo y cada vez es peor».