Las malas noticias llegan «como cachetazos», diría el saber popular. Como si fueran pocos los aumentos que venimos padeciendo, el precio de la nafta en YPF aumenta un 4,5% a partir del 1° de abril, en línea con la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) dispuesta por el gobierno de Javier Milei.
En la Ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper costará $836 y la premium $1031, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). El aumento representa $36 por litro en la nafta súper.
Este ajuste se suma a los incrementos del 4% y 3,5% que se aplicaron en enero y febrero, respectivamente. De esta manera, en lo que va del año, la nafta acumula un alza del 12%.
Pero, acostumbrados a lo que trae aparejado este nuevo aumento, el temor de los vecinos es que «todo va a aumentar».
«Con cada aumento de la nafta nos mandan nuevos precios las distribuidoras», se quejó una comerciante de Villa Burdet en Belén de Escobar.
«La verdad es nuestros sueldos van perdiendo por goleada frente a la inflación. En el país de la vaca una leche en sachet te sale 1300 pesos y el kilo de yerba ya está imposible. No quiero pensar cómo deben hacer aquellas familias con tres o cuatro chicos para poder garantizarles un desayuno y una merienda saludables, sin contar lo que sale cada comida», se lamentó un vecino.
Lo cierto es que este fin de semana muchos vecinos se acercarán a las estaciones de servicio para abastecer sus vehículos, para tratar de ganarle unas monedas a un aumento que no tiene miras de parar.