En la plazoleta homónima ubicada en la entrada de la ciudad de Garín, rindieron homenaje a los caídos en el hundimiento del Crucero A.R.A. General Belgrano el 2 de mayo de 1982. Estuvieron presentes el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas, Juan Carlos Monti, VGM de Escobar, Claudio De León, sobreviviente del hundimiento; el secretario general de Gobierno municipal, Carlos «Beto» Ramil; el secretario de Gobierno Municipal, Pablo Ramos; la presidente del H.C.D., María Laura Guazzaroni, concejales, funcionarios, y vecinos en general.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, se colocaron ofrendas florales en el monumento emplazado en la plazoleta, por parte del Centro de Veteranos de Guerra del Partido de Escobar, del H.C.D. Escobarense y de la Municipalidad de Escobar.

En memoria de todos los caídos se realizó un minuto de silencio y, a continuación, el sobreviviente Claudio de León recordó aquel día con la emoción latente como hace 42 años atrás. «En el Crucero había un profesionalismo, una hermandad, después eso se trasladó al momento de abandonar el barco, en las balsas. El respeto hacia la vida humana, el respeto a obedecer, también fue una labor donde estuvimos más de 24 horas en las balsas. No teníamos experiencia y los que conducían las balsas no tenían experiencia. También hubo una labor muy inmensa por parte de los buques que rescataron», destacó.



«A 42 años del hundimiento del Crucero General Belgrano. A su tripulación y a todos los veteranos de guerra: ¡Gracias!», determinó el presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas, Juan Carlos Monti y concluyó: «en Escobar está prohibido olvidar».
Por su parte, el secretario general de Gobierno, Carlos «Beto» Ramil, destacó y pidió perdón por parte de la sociedad por los años de desmalvinización y agradeció la posibilidad de escuchar las anécdotas e historias de los VGM que han viajado a Malvinas. «Se suman a poder tenerlos en vida y poder escuchar de boca de ustedes todo lo que sucedió ahí, pero fundamentalmente cómo sienten cuando hablan de la patria, de la soberanía. La patria es lo que nos une, como también nos une la causa Malvinas».

Honrar a todos quienes estuvieron en Malvinas, que dieron sus vidas. Recordar a los 323 compañeros que hoy ya no están, que seguramente están en los pajaritos de Malvinas. No hay muchos pajaritos en Malvinas, pero nos contaron los veteranos que en el homenaje milagrosamente aparecieron. Seguramente ahí estaban muchos de nuestros compatriotas que dieron la vida, que son un ejemplo y que nos tienen que impulsar a construir esa gran patria, que no tengo dudas que vamos a construir esa patria que merecemos para nuestros hijos», cerró Ramil.
Hace 42 años el submarino nuclear británico HMS Conqueror hundió al crucero ARA General Belgrano en aguas del océano Atlántico sur durante la guerra de las Islas Malvinas, ataque en el que murieron 323 marinos argentinos.

El ataque al crucero permitió a los británicos tener la superioridad naval en la zona y generó una polémica en ambos países, al haberse producido fuera del área de exclusión establecida por el gobierno inglés alrededor de las Islas Malvinas.
Cómo fue el ataque al crucero General Belgrano

Cerca de las 20 del 1° de mayo de 1982, mientras navegaba cerca de Isla de los Estados, el “General Belgrano” había recibido órdenes para sumarse a una maniobra de pinzas que se abalanzaría contra los británicos desde el sur. El portaaviones “Veinticinco de Mayo” lideraría el otro brazo de la operación.
Pero este plan fue cancelado por las condiciones que impedían operar a los aviones embarcados en el portaaviones y el crucero emprendió el regreso en sentido al continente.
El submarino HMS “Conqueror” comenzó a seguir al “General Belgrano” el 1° de mayo por la mañana, y después de recibir autorización del gobierno de la premier Margaret Thatcher disparó los dos torpedos que hundieron al crucero argentino a las 16.00 del 2 de mayo de 1982.
A las 16:02, mientras los artilleros que se encontraban de guardia probaban algunos mecanismos y la Torreta II buscaba posibles blancos en el horizonte, el “General Belgrano” se sacudió violentamente como consecuencia de una poderosa explosión, seguida del cese inmediato de energía e iluminación que paralizó a los 1.093 tripulantes.
Este fue el primero de los tres torpedos MK-813 lanzados por el Conqueror desde una distancia de unos 5 kilómetros. Unos momentos después el segundo torpedo produjo una nueva explosión en la altura de la proa de la nave.
Este nuevo impacto provocó el desprendimiento de 12 metros de la proa del buque, que inmediatamente comenzó la inclinación a babor y hacia las 16:05, se dio la orden de zafarrancho de siniestro.
A las 16.23 el comandante Héctor Bonzo dio la orden de abandonar la nave; la marejada que había en ese momento dificultó la visión y la comunicación entre las balsas, por lo cual algunas quedaron sobrecargadas con 30 personas y otras subocupadas con no más de tres marinos.
A las 16.50 la escora de 60° preanunciaba el hundimiento, y en 10 minutos el crucero fue engullido por las aguas aproximadamente en el punto 55°24′S 61°32′O del Océano Atlántico.
Una vez que la noticia del hundimiento de la nave llegó al continente, se dispuso un operativo de rescate que se extendió hasta el día 9 de mayo, verificando la imposibilidad de que quedaran más supervivientes o cadáveres en la zona.
Los buques recogieron un total de 793 de los 1.093 tripulantes, de los que resultaban 23 fallecidos en las balsas, y otros 300 en el propio naufragio.