OBRA PARALIZADA – La Cámara de Apelación de San Nicolás ratificó la medida cautelar que impide avanzar con la instalación del bingo en Ingeniero Maschwitz. Los vecinos celebraron el fallo como una victoria frente al poder político y empresarial.

En el interminable ida y vuelta judicial por el proyecto de instalar una sala de bingo en Ingeniero Maschwitz, los vecinos volvieron a imponerse. La Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás confirmó la medida cautelar que frena el emprendimiento impulsado por la Municipalidad de Escobar.

El tribunal sostuvo que la ordenanza que autorizaba el bingo fue aprobada sobre una parcela con zonificación residencial, en contradicción con la normativa urbanística vigente. La jueza María Ayerbe ya había suspendido sus efectos tras un pedido presentado por los vecinos —patrocinados por el abogado Alonso Carli—, y ahora la Cámara ratificó aquella decisión.

El fallo, firmado por los jueces Marcelo Schreginger y Damián Cebey, remarcó que el municipio no cumplió con los procedimientos previstos en el Decreto Ley 8912/77, ni obtuvo la convalidación provincial necesaria para modificar el uso del suelo. Además, los magistrados desestimaron la existencia de un supuesto “master plan” invocado por el Ejecutivo, ya que fue el propio municipio quien reconoció que dicho documento nunca existió.
La noticia generó una inmediata reacción vecinal. “La Justicia nos dio la razón. Tres jueces valientes pusieron un freno al poder del juego y a los privilegios de siempre. Los vecinos demostramos que cuando hay organización y convicción, se puede ganar incluso contra los más poderosos. Atrás quedaron las presiones, las operaciones mediáticas y la jueza amiga del intendente. Hoy triunfa la verdad, la dignidad y la defensa de nuestro pueblo”, celebraron desde la agrupación que lideró el reclamo.
El episodio deja en evidencia una tendencia que ya se repite en la gestión municipal: avanzar con proyectos de alto impacto sin los debidos controles técnicos ni consenso ciudadano. En este caso, la instalación del bingo había generado un fuerte rechazo social, no solo por sus implicancias urbanísticas y morales, sino también por el simbolismo de apostar al juego en una localidad que reivindica su identidad cultural y comunitaria.
Con esta resolución, el proyecto vuelve a quedar en suspenso y el intendente enfrenta un nuevo golpe político. La pulseada judicial refleja una disputa más profunda: el modelo de desarrollo que impulsa el oficialismo frente al perfil de vida que los vecinos de Maschwitz buscan preservar.
