En el Centro de Zoonosis de Escobar ya es algo común la adopción de mascotas. Sin embargo, hay ciertas condiciones que se deben reunir para que sea considerado una verdadera adopción responsable.
«Cada perro tiene su propia personalidad como también hay distintos entornos que pueden o no adaptarse a las características del animal», aseguró Natalia Baquela, quien desde hace años trabaja en el tema. «Todos los perritos que tenemos acá estamos tratando de darlos de acuerdo a las características de cada familia», resaltó.
«Cuando se acerca una familia (al Centro) la idea es conocer un poco sobre qué es lo que pueden ofrecer y en base a eso se les ofrece el perro adecuado». Todos los perros están castrados, desparasitados y con la vacuna antirrábica aplicada.
Se los entrega con un microchip, cuyos cargos corren por cuenta de la familia adoptiva. Son 800 pesos que se pagan por una única vez. Esta moderna tecnología recoge los datos del animal con información de su historia clínica.
Los perros ingresan desde la vía pública, muchas veces a través de denuncias que se han realizado, ya sea por «mordedores» o porque corren algún riesgo viviendo en la calle. Natalia aclaró que si el perro ha llegado a morder a alguien se debe a una «situación de miedo» que puede haber sufrido el animal.
Se hace una entrevista previa para saber qué tipo de vida tiene la familia, si hay menores o no en la casa. Los lugares en los cuales se pretende acoger a las mascotas deben ser cerrados para su control y supervisión. Se debe reunir ciertas condiciones para poder mantenerlos con todo lo que eso implica, ya sea para costear los alimentos o la aplicación de desparasitantes.
La antirrábica se da de forma gratuita, la vacuna séxtuple se da en centros privados y el adoptante se debe comprometer a aplicársela de forma anual.
El doctor Cristian Pisaco, director de Zoonosis de Escobar, dejó en claro que el microchip «no solo es la identificación que asocia una mascota a un dueño sino que genera responsabilidades», que incluyen el cuidado, el tener al animal dentro de la propiedad, la revisión por parte de veterinarios, en definitiva, una buena calidad de vida.
Pisaco manifestó que la identificación de mascotas genera una base estadística que es muy importante para poder desarrollar futuros planes sanitarios con la recolección de datos por parte del municipio.
También comentó que suele haber cierta reticencia por parte del adoptante, pero aseguró que «el chip es algo inocuo, que no va a generar ningún daño». Es como una inyección subcutánea que se da por única vez en la vida. «El costo del mismo es menor a una bolsa de alimento», según el especialista.
Pisaco declaró decididamente «creo que es una medida importante, es sumamente productiva no solo para el animal, sino también para el ordenamiento de la fauna urbana».
Aseguró además que están haciendo un intenso trabajo de esterilización de mascotas, remarcó que, de todos modos, en los cascos periféricos dentro del partido escobarense aún hay mucho trabajo por hacer.