PERSONAS SOLIDARIAS, SI LAS HAY… – Días atrás, vecinos de Escobar se sumaron en una gran campaña de colecta de donaciones para la catástrofe climática de Bahía Blanca. Dicha actividad fue iniciada por la vecina Julieta Pizzani, quien dialogó con este medio para contarnos un poco más cómo comenzó el proyecto y el transcurso del mismo.
Pizzani explicó que «en realidad, yo me puse a juntar cosas con mi papá y se fue sumando un montón de gente. Un proveedor nos puso un camión, también lo llenamos con cosas. Éramos un grupito más o menos de 11 personas. Nos fuimos con las camionetas llenas y repartimos mercadería, productos de limpieza. Hicimos base en un colegio, la escuela número 33, y de ahí las familias del colegio se acercaron y buscaron cosas que necesitaban».
«Después salimos a repartir mercadería con las camionetas a lugares donde no se podía entrar más adentro. Y repartimos la mercadería puerta a puerta», detalló.
Consultada sobre cómo ocurrió que se sumó gente a colaborar, Julieta comentó que fue un «boca en boca» y que las redes sociales ayudaron mucho. «Las chicas del taller mío, un taller de cerámica. Tenemos más o menos 200 alumnas y el movimiento de ellas, la gente que compartió en redes sociales. Al toque llenamos una camioneta y después llenamos otra, después llenó el camión y nos fuimos. Salimos el viernes bien tempranito, nos pusimos a cargar todos. Tipo 5 cortamos, nos bañamos, dormimos un rato y a las 11 agarramos ruta. Viajamos más o menos 8 o 9 horas y estuvimos todo el sábado allá y una parte del domingo».
Respecto al trato de los bahienses para con los viajeros solidarios, Pizzani contó que la gente es «súper amorosa» y que, además, los propios vecinos de la ciudad afectadas son muy solidarios entre sí, «porque aunque algunos también estaban peor que otros, se fueron dando una manito. Y como que no existía eso de ‘yo quiero más, más’, sino como que ‘él necesita tal cosa y vayan allá’. La verdad es que fue una linda experiencia.»
Respecto a los aventureros que se sumaron a esta movida, explicó que fueron «mi papá, Fabián. Mi hermana, Flor. Me acompañaron una de las profes de mi taller, Jenny. Con la hija de otra de las profes, Juana. Y después fuimos con un grupo de un productor de insumos para plantas, sustratos. De Loma Verde también».
En cuanto al proveedor del camión, Julieta afirmó que su nombre es Fabián Bonello. «Él es proveedor de mi viejo«, dijo, y agregó: «Ellos llenaron el camión y él también se fue en su camioneta. Estuvo bueno, la verdad. Se sintió lindo», culminó.