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domingo, enero 12, 2025
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    Juan Ignacio Galarza, su presente y el 2019

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    Después de un año extenso, que incluyó casi medio año girando por Europa y competencias por la región, el tenista escobarense (actualmente, 472° en el ranking mundial) Juan Ignacio Galarza pasó por los micrófonos de RDE para hacer un balance del 2018 y trazar las metas para esta nueva temporada.

    (RDE)- ¿Cómo ha sido el 2018 para vos?
    Fue un año diferente a los anteriores, que venía compitiendo mucho. Estuve en Europa casi 5 meses. Hice una gira de challengers, a la que no estaba acostumbrado. A nivel ranking y nivel torneos fue muy positivo, porque pude jugar la mayoría de las veces, que era uno de los objetivos. Pasé varias qualys, saqué puntos ATP. Muy contento por ese lado y, a su vez, en el lado físico no tuve ninguna lesión, cosa que sí me había pasado en años anteriores.
    ¿Cómo planificás este año con el cambio en el formato del ranking?
    Es una nueva iniciativa que tomó la ATP junto a la ITF. Van a haber dos rankings paralelos: el ATP, donde se van a sumar los puntos sacados desde torneos challenger hasta Grand Slams, y el Transition Tour, donde se van a contar los puntos de los futures. Va a haber una separación de jugadores del 700 u 800 para arriba. Yo voy a tener los dos rankings, tanto el de Transition como el de ATP, que voy a tener los puntos que sumé durante el 2018 en los challengers. Cuando uno se anote a un torneo, le van a tomar el mejor ranking. En principio, voy a tener mejor ranking ATP.
    En 2018 cambiaste el equipo de entrenamiento. Ahora estás trabajando con Mariano Monachesi y Mariano Hood, ¿cómo te sentiste y qué te llevó a elegirlos a ellos?
    Fue un cambio positivo para mejorar mi juego dentro de la cancha. Tomar un poco más la iniciativa, ser más agresivo. Es algo que si uno quiere jugar al nivel challenger y ATP, se nota la diferencia y la intensidad. Con el “Niño” Hood tuve la oportunidad de viajar al Mundial Juvenil Sub 18, ya tenía trato y sabía cómo era su forma de entrenar en cancha. Me gusta su formación, su idea de juego. Así que a principio de año cambié de academia, estoy con él y con Monachesi (ex entrenador de Juan Ignacio Chela, entre otros). La parte física la sigo haciendo en El Abierto, con Sebastián Borelli y Esteban Pérez. También mejoramos mucho lo que son los primeros saques, que hoy en día te dan muchos puntos gratis y te ayudan a guardar físico.
    ¿Qué te ha dejado la gira por Europa? ¿Cuál es el balance a nivel juego y experiencia?
    A nivel juego, la mayoría de las veces tuve la posibilidad de jugar challengers, tanto en qualys como cuadros principales. Mejoré mucho la velocidad de juego, la intensidad. Los jugadores de este nivel compiten desde el primer punto hasta el último a un ritmo muy alto, no te dan puntos gratis. También destaco que jugué tanto en cancha rápida como en polvo de ladrillo, tuve la posibilidad de jugar interclubes en la Bundesliga alemana para el club Bremen. Balance más que positivo y este año seguramente vuelva a Europa, ya sea en febrero o a mediados de año. Siempre es bueno hacer varios meses de base en un país europeo, así que está pensado para esta temporada.
    ¿Cómo viviste el interclubes argentino?
    A diferencia de años anteriores, en Buenos Aires se le dio mucha más importancia al torneo interclubes de primera. Se fomentó que participen más jugadores top 100, como Diego Schwartzman, Guido Pella, Leonardo Mayer, Federico Delbonis. Tanto para las camadas que vienen como para los que ya estamos dentro del circuito, fue una experiencia única la de poder compartir equipo o jugar contra ellos. Está bueno que la Asociación siga impulsando esto, que se juegue en cancha rápida, a la que no estamos tan acostumbrados los sudamericanos. Estoy contento de haber formado parte de GEBA, de haber salido subcampeón este último año y campeón en 2017.
    ¿Cómo es el hecho de compartir partidos y entrenamientos con jugadores que están dentro del top 100 y ya tienen una importante trayectoria?
    Una experiencia enorme. Yo comparto entrenador con Leo Mayer y todas las semanas que puedo, trato de entrenar con él. Sin dudas que te sube el nivel tenístico, te da consejos fuera de la cancha que uno absorbe mucho porque tiene un ranking increíble, compite en torneos importantes y jugó contra Federer, Nadal y todos los que uno ve por la tele. Uno es una esponja y tiene que absorber todos los consejos que te da, dentro y fuera de la cancha, y Leo es un ejemplo de humildad, un fenómeno.
    ¿Qué opinás de la renovación que se dio en la Asociación Argentina de Tenis?
    Uno siempre apunta a que los cambios sean para mejor, que se le dé más importancia a las camadas menores, a los Juniors, tanto de hombres como de mujeres. Fue un buen cambio, el presidente (Agustín Calleri) y la mayoría de los dirigentes son ex jugadores, que conocen el circuito y tienen experiencia, tanto a nivel nacional como afuera. Creo que están haciendo las cosas bien, están mejorando mucho con los juveniles, le están dando apoyo y eso es muy importante. Hay que darle tiempo para que se vean los resultados.
    ¿Qué objetivo te trazás para 2019?
    En principio, quiero llegar a ser número 250 o más bajo, para poder tratar de jugar las qualys de los Grand Slams. Jugar la clasificación de Roland Garros quizás sea un objetivo muy grande y está dentro de los planes. En estos primeros meses quiero jugar las qualys de los challengers y tratar de conseguir ese ranking.
    ¿Qué necesitarías para dar ese salto de calidad que aún no pudiste dar?
    Lo que decía anteriormente. Mejorar la parte agresiva de mi juego, de mitad de cancha para adelante, adaptarme más a las canchas rápidas. Creo que estamos haciendo las cosas bien. Es cuestión de adaptarse y, también, tener un poquito de suerte y que se den los resultados. Tuve la oportunidad de enfrentar en el Challenger de Montevideo a Guido Andreozzi, un jugador que está 80 del mundo, y estuve ahí de ganarle. No se dio la victoria, pero estoy contento porque me medí con un tenista de alto nivel y estuve a pocos puntos de llevarme la victoria. Sé que estoy al nivel de esos jugadores, lo tengo. Es cuestión de animarse y creérsela.
    Cuando ves como transcurrió toda tu carrera hasta ahora, ¿cuántas cosas ponés en el haber y cuántas en el debe?
    Mi padre fue el que me inició en el deporte y es mi mentor, pero, a medida que uno va creciendo, tiene que sumar armas en el juego y en el físico. Igualmente, él es el que mejor me conoce. Estoy contento con el equipo con el que estoy trabajando, son todos grandes entrenadores, y es cuestión de tiempo. Hoy la vida del tenista se extendió mucho. Antes si a los 27 ó 28 no estabas metido en un nivel alto, ya tenías que estar pensando en retirarte. Hoy en día, si no sufrís lesiones fuertes, hasta los 36 años podés seguir compitiendo en un nivel muy alto.
    ¿En qué momento de tu carrera te sentís y qué proyecciones hacés de cara al futuro?
    Tengo 24 años y creo que estoy iniciando mi etapa challenger en el profesionalismo. Hace varios años que vengo compitiendo en futures y algunas qualys de challenger. Ahora creo que ya estoy para cuadros principales. Obviamente, es un paso grande y difícil, pero la idea es llegar al puesto 250 del ranking ATP. Me considero a principios de un nivel más alto en mi carrera.
    ¿Qué mensaje le darías a los chicos que recién empiezan a agarrar una raqueta?
    Todo tenista profesional, tanto Federer como yo, los inicios los hace de chiquito. Mi mensaje es dar el 100% de ellos cuando entrenan y escuchar a su equipo de trabajo con respeto. Hacer hincapié en el esfuerzo, la humildad y el trabajo. Yo soy de los que creen que el laburo, a la larga, paga.

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