Un emocionante cierre del proyecto «Malvinas, contado por sus protagonistas» se vivió en el Teatro Municipal Seminari de Belén de Escobar. Acomañaron a nuestros ex combatientes, encabezados por el presidente del Centro de Veteranos de Guerra del partido de Escobar, Juan Carlos Monti, la presidenta del H.C.D., María Laura Guazzaroni; el Defensor del Pueblo del Partido de Escobar, Dr. Guido Messa; concejales de los distintos bloques políticos, y público en general.
Allí los VGM Néstor Gómez y Julio Peñalba contaron sus experiencias en el Monte Harriet, en el Monte Dos Hermanas, en el Monte Tumbledown y en la voladura del puente Fitz Roy.
Todos estos enfrentamientos fueron de gran importancia para las fuerzas argentinas apostadas en las islas Malvinas.
La batalla de Monte Longdon está caratulada como la más cruenta de la guerra, donde los británicos atacaron a las fuerzas que apostadas allí en un combate durísimo que es recordado como uno de los episodios que marcó el final de la guerra y que al mismo tiempo probó la resistencia de las tropas que defendían la soberanía argentina.
Escuchar la historia contada por sus protagonistas fue un momento donde la emoción ganó a los presentes. No era una película ni un documental, era la historia de esos Veteranos que contaban lo que vivieron.
Cada una de las presentaciones de Malvinas, Historia Viva, fue impactante por donde se lo mire y una gran enseñanza para todos aquellos que no vivieron en esa época o, tal vez, recibieron la información a medias.
Tener a estos ex combatientes en nuestro distrito es un lujo que no todos se pueden dar, porque solamente ellos pueden narrar la historia y por esta vez «la historia no será de los que ganaron», sino la que todo argentino merece conocer.
Como cierre, el VGM Julio Peñalba brindó estas palabras: «Una infinidad de veces lo reviví en la memoria, recorriéndola hasta el cansancio con la certeza de haber dejado algo en ellas. Y vuelvo y me detengo en los mismos lugares, alimentando lo que conocí, sintiéndome parte de ese vacío gris y personal, gris y amenazador. Hoy todo aquello es solo un recuerdo y ni el valor en la cobardía, ni la gloria en lo gris, tienen ahora demasiado sentido, no en el fondo. Preservamos si la memoria intacta, memoria del guerrero que no puede ni quiere olvidar. No debe sepultarse en el olvido a los caídos en el campo de batalla, ellos regaron con su sangre la turba malvinense por la experiencia de estar defendiendo una parte de nuestro suelo. Y todos sin excepción dimos lo mejor. Cargamos sobre nuestras espaldas el peso del dolor de una derrota que mucha gente ya olvidó. Sin embargo, en el horizonte del recuerdo, aparecerán siempre aquellas islas con la bandera argentina flameando. Mis ‘setenta días de vacaciones’, como solía llamarlos, y un montón de sensaciones y sentimientos, que quedaron sepultados en el interior de una fría y húmeda posición de combate»,
