CATÁSTROFE – Nepal atraviesa una de las peores emergencias naturales de los últimos años. Las intensas lluvias que azotaron el país durante la última semana provocaron desbordes de ríos, deslaves y destrucción masiva de viviendas e infraestructura. Las autoridades confirmaron al menos 47 muertos y más de 80 desaparecidos, aunque se teme que el número aumente. El distrito de Ilam, en el este del país, fue el más afectado: carreteras bloqueadas, puentes destruidos y pueblos completamente aislados complican las tareas de rescate. El gobierno desplegó al ejército para asistir a las comunidades damnificadas, mientras helicópteros transportan víveres y medicamentos. La Cruz Roja de Nepal y varias ONG internacionales trabajan contrarreloj para instalar refugios temporales y restablecer el acceso al agua potable. Los expertos advierten que el cambio climático intensificó el monzón, haciendo más impredecibles las lluvias y aumentando el riesgo de catástrofes. Miles de familias perdieron sus hogares y se encuentran en condiciones críticas. La ONU ofreció ayuda humanitaria y pidió a la comunidad internacional una respuesta rápida para evitar una crisis sanitaria. La tragedia ocurre mientras el país todavía intenta recuperarse del terremoto de 2015, lo que agrava la situación económica y social. La población muestra una mezcla de dolor y resiliencia, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos entre los escombros y el barro.
Inundaciones y deslaves dejan más de 40 muertos en Nepal tras lluvias torrenciales
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