El fin de semana, inspectores de la Subsecretaría de Inspección acudieron a la zona de Avenida de Los Lagos a raíz de una denuncia vecinal por “olores nauseabundos” compatibles con aguas servidas. Se detectó que una cámara de inspección de la red cloacal que conecta los Barrios El Cantón y San Matías con la planta de tratamiento ubicada sobre la calle Escobar -a la altura de La Lumbrera, Escuela Waldorf-, se encontraba tapada y desbordaba efluentes. La red cloacal se extiende por aproximadamente 1,5 kilómetros y la anomalía se encontraba en el extremo más cercano a la planta.
Los inspectores llevaron adelante las contravenciones de rigor contra ambos barrios en relación a las infracciones ambientales por la Ordenanza 1501/93, Art. 3 y por la Ord. 5039/12, Art. 9, Inc. 18 y la correspondiente intimación para que regularicen la situación de manera inmediata, cosa que sucedió.


El martes hubo otra denuncia, pero se trataba de un hecho totalmente diferente que no violaba ninguna normativa vigente. La administración del barrio El Cantón estaba volcando hacia los colectores pluviales de la calle libertad el excedente de las lagunas internas del barrio, provocado como consecuencia de las grandes lluvias de las últimas semanas. Esa tarea se realiza habitualmente unos días después de las precipitaciones extremas para evitar que se provoquen anegamientos. En este caso, la Subsecretaría de Inspección los intimó a que presenten el proyecto hidráulico aprobado por la provincia de Buenos Aires, donde se especifican los puntos de extracción y vuelco de excedentes de la laguna a colectores pluviales, verificando que todo se encontraba dentro de la reglamentación y que de ninguna manera se trataba de un desborde de efluentes.