«EL FANTASMA GRIS» QUE SE CONVIRTIÓ EN LEYENDA
En el corazón de San Fernando, la Plaza Bruno se erige como un emotivo homenaje a un perro que se convirtió en leyenda. Este espacio, inaugurado por el Intendente Juan Andreotti, es la primera y única plaza en el país dedicada a un perro de trabajo, un reconocimiento que ha conmovido a la comunidad y más allá. En una reciente entrevista con El Diario de Escobar, Diego Tula y Raquel Peralta, quienes trabajaron codo a codo con Bruno, compartieron sus recuerdos y reflexiones sobre la importancia de este homenaje y el legado que dejó el can.




«La verdad que no sabemos cómo agradecerle al Intendente Juan Andreotti porque este homenaje que le hicieron a Bruno en vida es inmenso. Hay que agradecer muchísimo porque es la primera y la única plaza en todo el país que está hecha a nombre de un perro, homenajeando a un perro de trabajo. Hablando por distintas causas que hay hoy en día, el tema de trabajo con los perros es muy importante para seguir salvando vidas. El tema de la importancia de un perro de rastro es primordial, digamos la primera hora de búsqueda, lo hemos demostrado cuando estuvimos allá en Escobar» expresó Diego, visiblemente emocionado. «Apenas se perdía alguien, ya estábamos en la búsqueda, después los resultados están a la vista. Y bueno, el tema es que poder, que la gente se concientice de que tiene que haber más perros de rastro, tanto los políticos o a quien corresponda, que es algo primordial, y aparte el tiempo que ahorra, el tiempo que ahorra parte económica también, y más que nada el tema de la vida de las personas, que está desaparecido«.


Por otro lado, la redacción de El Diario destacó el acompañamiento que hicimos en las páginas de nuestro matutino cuando Bruno se enfermó, a lo cual respondió: «La gente que fue hallada cuando, empezó a colaborar cuando necesitamos ayuda con Bruno que enfermó. Las mismas víctimas donde Bruno trabajó, empezaron a intentar ponerse en comunicación entre ellos y bueno, surgió de ellos. Nosotros, no es que en sí lo pedimos, sino que de ellos salió a ayudar y a hacer una colecta y sabían lo que Bruno estaba pasando, sabían los costos, sabían que nosotros no lo íbamos a poder costear. Era mucha la plata que había que poner para Resonancia, un montón de cosas. Y bueno, igualmente que en el municipio de San Fernando, el Director de Zoonosis, Hernando Villarreta, también puso a disposición todos los veterinarios. La verdad que fue una ayuda para poder dar una mejor calidad de vida a Bruno. El poco tiempo que le quedaba, porque después se le descubrió en la Resonancia que tuvo un problema de un tumor en el cerebro y sabíamos que los plazos no eran muy largos de vida. Pero bueno, tratamos de darle lo mejor posible y gracias también a toda la gente que colaboró. Tanto desde acá desde el municipio de San Fernando, como la gente, las víctimas que Bruno encontró«, agradeció Diego y continuó: «La verdad que estamos eternamente agradecidos con ellos«

“Bruno no solo fue un perro, fue un compañero de trabajo y un miembro más de la familia”. La plaza, que lleva su nombre, simboliza no solo el reconocimiento a su labor, sino también la importancia de los perros de rastro en la búsqueda y rescate de personas.



La labor de Bruno fue fundamental en numerosas búsquedas, donde su capacidad para localizar personas desaparecidas se convirtió en un faro de esperanza. “La primera hora de búsqueda es crucial”, explicó Diego. “Hemos demostrado que, cuando se pierde alguien, apenas se activa la búsqueda, los resultados están a la vista”. Sin embargo, la concientización sobre la necesidad de más perros de rastro es un tema que preocupa a ambos. “Es primordial que tanto los políticos como la sociedad entiendan la importancia de estos animales en la salvación de vidas”, añadió Raquel.


La historia de Bruno no estuvo exenta de desafíos. Cuando el perro se enfermó, la comunidad se unió para ayudar. “La gente que Bruno había ayudado en el pasado comenzó a comunicarse entre sí para hacer una colecta”, recordó Diego. “Sabían que los costos eran altos y que no podríamos costearlo solos”. A pesar de los esfuerzos, Bruno fue diagnosticado con un meningioma, un tumor cerebral que limitó su tiempo de vida. “Tratamos de darle la mejor calidad de vida posible en sus últimos días”, comentó Raquel, agradeciendo a todos los que colaboraron.


Si bien en todo el país se habla de Bruno, él tuvo una de sus últimas actividades en Chivilcoy, donde se brindó una capacitación que también se armó con el grupo K9 «Eso fue emocionante. Ver que un grupo de personas llega con una remera que dice grupo K9. La verdad que a mí me llena de orgullo ver que Juan Buera, Julián y Jorgelina, todos tenían esa remera de Escobar. A mí me llenó de orgullo porque veo que tanto para ustedes como para el resto de la gente se dieron cuenta y saben que Bruno fue más que un perro. Fue un compañero, un amigo, fue un miembro de la familia. Creo que Bruno tuvo la posibilidad de ser familia de todos un poco, ¿no es cierto? Y eso es como que a veces nos entristece, pero también nos pone contentos porque vemos que Bruno está en el corazón de todo, va a seguir estando«, y continuó:
«Más allá de que está representado en esta plaza, todos conocen una historia de Bruno y a cualquiera que vos le preguntás de Bruno, todos te dicen, si, ¿te acordás de ese perro? Bueno, y las veces que nosotros salíamos a una búsqueda era asombroso porque la gente atrás nuestro iba, tocaba bocina, ahí va el perro Bruno, ahí viene Bruno. Desaparecía alguien y decía, llamen a Bruno enseguida. Y una vez en un programa de televisión, ellos le pusieron el Messi de los perros, el Captura Femicidas le pusieron«, recordó. «Y bueno, y ahí le quedó. Bruno, el Fantasma Gris, el Messi de los perros. Y es más, vos lo googleás y cuando lo googleás pones quién es el Messi de los perros y te aparece Bruno«.


Entre las diversas preguntas realizadas, una de ella fue si van a seguir entrenando, capacitando y estando presente en búsqueda si es necesario, a lo cual Diego respondió: «Siempre. Nosotros estamos disponibles para el que necesite alguna ayuda. Igual que las capacitaciones, tenemos compromisos ya asegurados para este año y para el año entrante, tanto en Brasil y en Uruguay y en diferentes provincias también. Pero más que nada, el tema de la búsqueda, preferimos enseñar. No ir a la búsqueda y arriesgarnos como lo hacíamos. Ya creo que también es otra etapa que ya hemos pasado. Tenemos el conocimiento para poder enseñarle. Lo que yo quiero transmitir, tanto a los guías y a las personas que yo les enseño, es que sientan lo mismo que yo sentí con Bruno en las búsquedas. Cuando encontramos a las personas, qué es lo que se sienten en ese momento, las emociones que fluyen entre el perro y el guía. Y para mí es una satisfacción que un guía que yo ayudé, que ayudamos con Raquel a que aprenda a hacer un rastro y que aprenda a buscar personas y encuentre y que me manden, que me han pasado, que me ha pasado mucho con colegas de Brasil, que cada vez que encuentran, digamos, me mandan los videos, mirá, encontramos una mujer con Alzheimer en el campo y verlo, a nosotros nos llena de emoción. Nos llena de emoción porque sabemos lo que se siente. Bueno, lástima que ahora no está Bruno, porque, bueno, a mí siempre me gustó lo que yo les decía, es estar con Bruno y ver ese mensaje con Bruno«.
«El equipo está, digamos, el equipo siempre está, y hay cada vez más gente, hay cada vez más colegas y hay muchos profesionales, tanto acá de Argentina, de Uruguay, de Brasil, de Paraguay y de Chile también, que quieren aprender y saben, realmente saben. Está bien que hay muchos colegas que por ahí hablan mal de nosotros, pero bueno, es por envidia, porque no saben cómo preparar un perro rastro. Y la gente y los colegas que vienen aprenden y se van contentos y se ven como el perro como llegó y como se va y saben cómo somos nosotros. Nosotros no nos guardamos nada. Con el mayor respeto lo digo«.



La conexión entre Bruno y la comunidad fue profunda. “Cada vez que salíamos a buscar, la gente nos seguía, tocando bocina y gritando su nombre”, recordó Diego. “Era conocido como el ‘Messi de los perros’ y el ‘Fantasma Gris’. Su legado ha trascendido fronteras, llegando incluso a Brasil y Paraguay”. La emoción en sus voces era palpable al recordar cómo Bruno se convirtió en un símbolo de esperanza y valentía.
A pesar de la pérdida de Bruno, Diego y Raquel continúan su labor con otros perros, como Bruce, un familiar de Bruno. “No habrá otro Bruno, pero seguimos trabajando para entrenar y capacitar a nuevos guías”, afirmaron. “Queremos transmitir lo que sentimos con Bruno en cada búsqueda, la emoción de encontrar a alguien y la conexión que se establece entre el perro y su guía”.
La Plaza Bruno no solo es un espacio físico, sino un recordatorio del impacto que un solo perro puede tener en la vida de tantas personas. “Bruno se ha convertido en una leyenda”, concluyó Diego. “Y aunque ya no esté con nosotros, su espíritu y su legado vivirán en nuestros corazones y en cada búsqueda que realicemos”.


La historia de Bruno es un testimonio del poder del amor y la dedicación, no solo hacia los animales, sino hacia la comunidad. La Plaza Bruno se erige como un símbolo de esperanza, recordándonos que, aunque algunos héroes tengan cuatro patas, su impacto es eterno.