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sábado, enero 18, 2025
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    Habló la maestra suplente que tuvo que renunciar a sus alumnos

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    ESCUELA N°2 DE ESCOBAR – Tras haber publicado días atrás la queja de un familiar por la cantidad de maestras suplentes que alumnos de un cuarto grado habían tenido durante el año, por carpeta médica de la titular, y los problemas surgidos al regreso de ésta faltando días para que culmine el año con las notas de los alumnos, este medio logró entrevistar a María del Rosario Salomón, la décima suplente.

    «Yo fui la suplente número 10. Actualmente tienen 11, porque hay otra suplente», dijo la docente.

    «Yo renuncié el día que yo estaba dando clase, cerrando notas, como se hace habitualmente en las escuelas, y me llaman a una reunión, yo ya había visto a la titular rondando por la escuela, lo cual no puede hacer debido a la licencia».

    «Me llaman para pedirme un listado de notas de aprobados y desaprobados, al ser cuarto es por nota. La cuestión es que yo ya había hecho el listado, incluso había completado boletines que tuvieron que ser borrados, lo cual no puede ser posible porque es un documento. Lo tuvieron que borrar, mágicamente se pudo borrar».

    «Se fijan en las notas que yo había puesto y la titular me dice, no, tal, tal, tal, tal y tal están desaprobados. Con los contenidos que yo había podido evaluar en base a trabajos en el aula y lo poco que pude hacer con los chicos durante menos de 15 días, porque fueron menos de 15 días los que estuve, a pesar de que ellos dicen que estuve un mes. No podía tomar pruebas porque era muy poco el tiempo en el cual estábamos a fin de año, boletines, carga de notas, porque ahora es todo virtual».

    «Yo tengo la reunión con la directora, Alejandra Antuña, con la titular, Cecilia Felipe dos Santos y con una chica del equipo de orientación, Griselda. De los que yo había, creo que eran dos que ni siquiera iban a desaprobar, iban a intensificar. Que es otra cosa. Eran cuatro días, que podés intensificar en cuatro días. Mezclándolos con primero, segundo, tercero y cuarto, quinto y sexto grado».

    «La cuestión es que, bueno, y tenía los aprobados obviamente. La titular, de muy mala manera, agarra y me dice no, todos estos están desaprobados y todos estos están aprobados, tenés que cambiar la nota. Ella estuvo hasta el mes de mayo y después no los vio más los chicos. Después no los vio más y tuvieron licencias de, creo que la que más estuvo fue un mes. La última se fue porque venía de otra provincia y no entendía y se sintió agobiada por el equipo directivo».

    «Entonces, nada, no había aprobado la planificación, la cual tuve que hacer yo, que no me correspondía. La planificación anual se hace a principio de año y luego se va haciendo la secuencia de actividades, que es lo que vos le vas dando a los chicos a lo largo del año. Bueno, no, eso no sucedió porque yo cuando ingresé a la escuela pedí la planificación anual. No existía».

    «De muy mala manera me dice, no, no, estos no, así. Estos no están aprobados, los tenés que sacar de la lista. Y estos están aprobados. Una persona que no puede escribir un nombre propio en cuarto grado me parece que no corresponde que pase al quinto grado porque lo estaríamos perjudicando al chico. Más allá de eso, bueno, les dije que no estaba de acuerdo y acto seguido la directora me dijo, ‘vos tenés que hacerle caso a la titular porque ella los conoce más’. Vuelvo a repetir, ‘no estoy de acuerdo con las notas’. Y si vamos al caso los conozco más yo porque yo los tuve el año pasado. Yo conocía al grupo yo y los tuve desde este año. O sea, sé cómo van avanzando más allá de que varía el grado. Bueno, me retiro. Después, no sé, ellas se quedaron en reunión. Trataron de explicarme ahí,para que yo entendiera o hiciera lo que me dijeron. Pero yo no iba a hacer lo que dijeron. Entonces yo dije, bueno, listo. ¿Quiere las cosas así? Listo, esto va a ser así. Voy a tratar de terminar lo administrativo y yo renuncio. Lamentablemente renuncio».

    «Me partía el alma por los chicos porque iban a tener otra maestra más suplente. Suplente más. Y más habiendo un chico con autismo que le cuesta adaptarse a una, imaginate a 11. Empezó a tener actitudes que nunca había tenido. Ni siquiera con su acompañante».

    «Yo iba a tener una reunión con la inspectora, que nunca llegó esa reunión. Yo tuve que ir con mi hijo un día e instalarme desde las 7 y media de la mañana, con 32 grados de calor, hasta las 11. Me atendió a las 11».

    «Me hizo una acta con todo lo que yo le conté. Me dijo que lo hacía por excepción, lo de la reunión, pero que no era habitual».

    «No sé qué habrán puesto en el acta. Porque me hizo dejar dos renglones. Yo ya había firmado, o sea, yo firmé después en realidad. Me hizo dejar dos renglones y yo después pretendía sacarle una foto mínimamente. Y no te dejaron. Y me dijo, no, no, no, no, no, después de que termine todo esto, que una copia. No, no, no, no. Me cerró el libro. Yo no sé qué puede haber llegado a agregar. Es muy grave eso y más siendo una inspectora. Están todas a favor. Eso lo pude comprobar desde jefatura, consejo, todo. Están todas a favor de la directora y de las decisiones que toma, porque son todas amigas».

    «Oh, casualidad, no desapruebo ninguno ahora. Borraron todo con Liquid, los boletines y aprobaron todos».

    «Todo el mundo me dijo, te estás exponiendo, te estás exponiendo y es muy probable que… ya sabemos. Pero no me voy a callar más, porque uno se calla y pasan estas cosas, y hay cosas peores dentro de esta escuela», concluyó la docente.

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