ALARMA QUE CRECE – Las cifras preocupan, pero son necesarias para hacer crecer la conciencia y la red de contención.
En Argentina, los suicidios son la segunda causa de muerte entre adolescentes, y la ansiedad se consolida como el trastorno más frecuente. Escobar se suma a la conversación con espacios de escucha, acompañamiento y prevención abiertos a toda la comunidad.
En la Argentina, los suicidios constituyen la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años. En el grupo de 15 a 19, la tasa alcanza los 12,7 suicidios cada 100.000 habitantes, siendo en varones 18,2 y en mujeres 5,9. El último Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud informó que en 2022 se registraron 3.382 muertes por suicidio, lo que equivale a una tasa de 7,2 por cada 100.000 habitantes. Más del 30% de los casos corresponde a jóvenes de entre 15 y 29 años.
Desde abril de 2023, el Sistema Nacional de Vigilancia Sanitaria (SNVS) incorporó la notificación obligatoria de los intentos de suicidio. Entre ese mes y abril de 2025 se registraron 15.807 eventos en todo el país, un promedio de 22 por día. Del total, el 94,3% fueron intentos sin resultado mortal y el 5,7% tuvieron desenlace fatal, lo que representa 16,4 intentos no fatales por cada suicidio.
Aunque las cifras resultan alarmantes, los especialistas coinciden en que visibilizar la problemática es una forma concreta de prevención.
“El suicidio es un tema que nos interpela, y nos pone frente a la evidencia concreta de alguien que decide abordar el dilema existencial de manera literal, dramática y terminal”, explicó el psiquiatra Enrique De Rosa Alabaster. “Hablar del tema es primordial: permite la escucha, la alerta temprana y la posibilidad de actuar a tiempo”.
Factores y señales de alerta
El Ministerio de Salud señala que el suicidio es multicausal y responde a factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales.
Algunas señales de riesgo pueden verse en el lenguaje, la conducta o los hábitos cotidianos: manifestaciones sobre el deseo de morir, cambios bruscos en el estado de ánimo, aislamiento, actos de despedida o búsqueda de medios para autolesionarse.
Reconocer estos signos permite activar redes de ayuda. El consumo problemático de sustancias, la falta de contención social, la violencia o los antecedentes psiquiátricos aumentan el riesgo.
Los especialistas remarcan que no se trata de un fenómeno aislado, sino del reflejo de un sufrimiento sostenido y de barreras de acceso a la atención en salud mental.
Ansiedad: el trastorno más frecuente
Según el Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, casi uno de cada tres argentinos sufrirá algún trastorno mental a lo largo de su vida, y los de ansiedad son los más prevalentes: afectan al 16% de la población.
La ansiedad, cuando se vuelve crónica, genera una preocupación persistente y exagerada, acompañada de palpitaciones, contracturas y miedo constante.
“El país ayuda poco: tenemos un entorno que genera muchísima incertidumbre y estrés”, explica Marcelo Cetkovich-Bakmas, director del Departamento de Psiquiatría de la Fundación Ineco. “No es casual que seamos una de las sociedades con mayor consumo de ansiolíticos del mundo”.
A pesar de que Argentina tiene el índice más alto de psicólogos per cápita (198 cada 100.000 habitantes), la mayoría de quienes padecen un trastorno mental no recibe tratamiento a tiempo. En muchos casos, pueden pasar años o décadas antes de pedir ayuda.
Recordamos que hace solo cuatro días sufrimos la perdida de un vecino de 29 años de la ciudad de Garín. Victima de ataques de pánico y ansiedad en la imagen vemos al Agente díaz Rodrigo de guardia urbana, agente De PM Villalón Pamela y Parrilla Lautaro y Oficial Díaz Lisa, dando apoyo a una femenina con ataque de pánico.
Redes locales de acompañamiento
En Belén de Escobar, el Centro de Salud Mental y Adicciones Papa Francisco recorre las localidades ofreciendo espacios de escucha abiertos y gratuitos.
Vecinos y vecinas pueden acercarse para conversar con especialistas en psicología comunitaria, compartir preocupaciones o recibir orientación sobre ansiedad, angustia, depresión o consumo problemático.
También se encuentra disponible una línea gratuita de urgencias y prevención del suicidio, activa las 24 horas:
📞 11 7107 9958
Y la línea nacional 0800-999-0091, confidencial y gratuita.
Hablar salva
Romper el silencio y generar espacios de contención es un desafío colectivo. La prevención del suicidio es posible: requiere conciencia, educación, atención temprana y, sobre todo, eliminar el estigma.
Promover una salud mental positiva implica fomentar vínculos, empatía y escucha. Cada conversación puede ser una oportunidad para acompañar, prevenir y salvar una vida.
Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación, Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), INECO – Instituto de Neurología Cognitiva, OPS/OMS, Colegio de Profesionales de la Psicología de Entre Ríos, Municipalidad de Escobar – Salud Mental.
