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domingo, julio 20, 2025
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    Garbarino entró en concurso preventivo y empleados de Escobar quedaron a la deriva

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    La crisis que enfrenta la empresa Garbarino también afectó a su local de Escobar, que cerró días atrás, dejando a sus empleados sumidos en la incertidumbre de su futuro. Grupo El Diario dialogó con empleados autoconvocados, quienes nos detallaron los problemas que padecen y padecieron.

    Ayer por la tarde la empresa de venta de electrodomésticos se presentó en concurso preventivo ante el Juzgado Comercial N°14, aunque la idea de la compañía sería unificar la causa en el Juzgado Comercial N°7, que es el mismo que tramita el concurso de Compumundo, otra de las sociedades controladas por el grupo Garbarino.

    En junio de 2020, la cadena de electrodomésticos pasó a manos del empresario Carlos Rosales, titular del grupo asegurador Prof. Cuando Garbarino se vendió, la cadena contaba con cerca de 200 locales y más de 4.000 empleados.

    La presentación en concurso se suma a la decisión que tomó la compañía de desprenderse de dos tercios de su fuerza laboral, enviando 1.800 telegramas de despido el viernes pasado. Ese mismo viernes el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por un plazo de quince días hábiles.

    En Escobar los trabajadores se vieron privados de su fuente laboral cuando cerraron las puertas del local ubicado en la entrada a la ciudad, y en algunos casos ya están recibiendo los telegramas de despido.

    «Pertenezco o pertenecía, no sabemos aún. Estamos esperando las cartas documentos de despidos, que salieron entre jueves y viernes a casi la totalidad de los empleados de Garbarino. Estamos esperando», dijo Miguel Yapura, uno de los trabajadores afectados.
    «Todas las sucursales cerradas, todas las sucursales vaciadas. Algunas no tienen luz, obviamente porque se dejó de pagar la luz. Se dejó de pagar el alquiler. Se dejó de pagar sueldos, desde abril ya no hemos recibido nuestro sueldo, lo único que tenemos es la Repro II que es muy poco pero al menos tenemos eso, pero lamentablemente con las cartas de despido ahora ni siquiera eso tenemos que son $22.000. Desde el año pasado no tenemos obra social, nos sacaron la obra social. Aportes patronales tampoco tenemos, desde hace dos años la empresa no estaba aportando y sin embargo en nuestros recibos de sueldo figura el descuento. Estos son todas las cosas que hemos vivido en estos casi año, año y medio, hasta llegar a esto que creo que es el fin. Es el colapso total de la empresa Garbarino, casi en extinción», dijo Yapura y agregó respecto a la crisis: «puede haber muchos factores pero el vaciamiento es el punto fundamental. A partir del 2016 empezó a haber inconvenientes, en 2018 se agravó bastante y luego la pandemia».
    Yapura dijo que hace casi 15 años que trabaja en Garbarino. «El 19 de noviembre cumplo los quince años».
    «Ayer estuvimos en Faecys (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios) justamente haciendo un reclamo al sindicato porque desde que empezó esto nos soltaron la mano. Nos soltaron la posibilidad de que ellos mismos sean los intermediarios y que nos ayuden a esta problemática que tiene la empresa, La realidad es que fuimos hacer ese reclamo porque nunca tuvimos el apoyo del sindicato, todo lo contrario, Armando Cavalieri fue uno de los que trajo a Carlos Rosales, quien hoy en día tiene el Grupo asegurador Prof que también está en la misma situación que nosotros. Tiene Radio Continental y dos radios FM más. También es pro tesorero de San Lorenzo, pero en todos los lugares donde está hizo desastre, sino pregunten a la gente de San Lorenzo. Para que tengan una idea de cómo está Garbarino desde abril de este año se rechazaron alrededor de 3.385 cheques con un total de 5.000 millones de pesos. Eso es lo que debe, por eso justamente es el motivo de no poder vender nosotros, hasta llegar al colapso porque si no le pagás a las marcas no te venden y eso fue lo que pasó», detalló Yapura.

    Otra trabajadora, Iliana Melgarejo, hace 15 años y medio que trabaja para Garbarino. «Estamos sin respuesta. El local está cerrado, lo terminaron de vaciar el domingo pasado. Se llevaron toda la mercadería no sabemos dónde. En las noticias dicen que están sacando la mercadería para venderla y poder pagarle a los empleados de Garbarino, es mentira, es todo para ellos, nosotros no vemos un peso de nada», reclamó.
    «Nosotros hacemos marchas una o dos veces por mes en Capital. Cortamos la (avenida) 9 de Julio, fuimos a la Casa Rosdada y no sale en ningún medio. Llamamos a los medios nacionales para que nos cubran y nadie nos apoya, es un silencio total. Nosotros lo que hacemos es compartirlo por las redes porque nadie cubre nuestras marchas, está todo en silencio porque hay una mano negra detrás de todo esto», determinó angustiada.

    A lo que Yapura agregó: «Nosotros, autoconvocados, estamos viendo la posibilidad de realizar nuevas marchas para no dejar esto así tal cual como está. Del Gobierno en estos días vamos a tener respuestas y que sean rápidas. Hemos llegado al presidente, que nos atendió. Tuvimos una reunión el viernes, justo cuando estaban llegando las cartas de despidos, con el ministro Kulfas así que él está al tanto. Desde ahí se dictó la conciliación obligatoria pero nos siguen llegando las cartas, o sea que la rompieron ya. Hoy a las cinco cinco y media se reunen en el sindicato, vamos a ver qué es lo que van a decir. Ojalá que la marcha de ayer (lunes) en Capital, en Faecys sea productiva y que dejen de ayudar a las empresas. Tienen que ayudar a los trabajadores, porque ellos son los que nos representan. En el recibo de sueldo, desde que yo entré desde el primer día nos descuentan, así que lo que les pedimos es que por favor nos ayuden y nos cuiden, porque fuimos totalmente descuidados de este problema que tiene Garbarino que creo yo que ya es el final».

    Tomando la palabra nuevamente Melgarejo, anunció que en Compumundo la situación es similar. «Los telegramas de despido ya hace más deun mes que los chicos de Compumundo lo recibieron y nunca recibieron un peso de la liquidación. Está plasmado todo en papel pero no recibieron ningún depósito de nada», reclamó temiendo que a ellos les ocurra lo mismo.

    «Es una situación desoladora y uno está cansado. Tiene que seguir viviendo, tiene que seguir manteniendo a su familia. Yo trabajo en Garbarino hace ocho años y medio, casi nueve. Y acá en la sucursal de Escobar 5 años. Una vida, un tiempo largo peleandola. Trabajando feriados, Día del Niño, Día del Padre, dejando la vida en pos de un trabajo seguro, que en realidad no fue nada seguro porque hace siete meses que nos dejaron varados», dijo Gonzalo Sosa.

    «Nos quedamos sin trabajo. Lamentablemente uno no quiere asumir que está pasando esto con una firma tan grande, con un nombre tan grande y con tanto de inversión que hubo durante años por consiguiente para sustentar este trabajo que hubo. Hemos crecido nosotros, pero la empresa también ha crecido gracias a nosotros, los empleados. Esto es ilógico que no tengamos ningún respaldo de nada. Nos quedamos sin obra social, ni hablar de no tener sueldo, ni hablar de cortarnos el futuro», argumentó otro de los trabajadores.
    «Yo todavía no recibí el telegrama, pero es algo inminente que posiblemente nos va a llegar. El tema es que no tenemos ninguna información desde la empresa, no nos dan la cara, no nos dicen nada. Esta indemnización que nos van a dar, no la van a dar porque ya hubo compañeros que echaron y no les dieron nada. Quedamos en la nada, quedamos totalmente solos. Lamentablemente. Somos empleados autoconvocados que estamos queriendo ver que nos digan si hay alguna solución de algo», cerró totalmente angustiado por su futuro.

    Entrevista complicada

    Empleados de seguridad de la empresa Cencosud, dueña del predio y que no tiene nada que ver con Garbarino ya que solo les alquilaban el local, tuvieron un entredicho con los cronistas de este medio al intentar que no se desarrolle la entrevista con los empleados autoconvocados, quienes habían solicitado la presencia de Grupo El Diario para dar a conocer su problemática.
    En reiteradas oportunidades manifestaron que no se podía estar en el lugar. «Ni siquiera podemos hablar de Garbarino porque para ellos tampoco existe más acá», dijo una de las trabajadoras de la empresa de electrodomésticos.
    «Este es un lugar privado», manifestó el seguridad de Cencosud.
    Habiendo tomado las declaraciones nos retiramos del lugar, siendo perseguidos por la seguridad insistiendo en que no saliéramos del predio porque «teníamos que hablar».
    Por otra parte, también tomaron fotos del vehículo en el que nos trasladábamos, desconociendo el sentido de esa particular situación.

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