«SOMOS LOMA VERDE» – Con una presentación emotiva en el Salón de la Cooperativa de Luz, una convocatoria abierta y un espíritu profundamente participativo: estudiantes de la Secundaria N°12 lanzaron un proyecto que invita a reconstruir la memoria colectiva de Loma Verde. La propuesta, que culminará en la publicación de un libro, ya comenzó a recolectar relatos, fotos y anécdotas familiares de vecinos y vecinas.
El pasado martes se llevó a cabo la presentación oficial de «Somos Loma Verde», un proyecto impulsado por estudiantes y docentes de la Escuela Secundaria N°12 “Raúl Alfonsín” que propone recuperar y reconstruir la historia de la localidad desde las voces de sus propios protagonistas: los vecinos y vecinas.
El evento tuvo lugar en el Salón de la Cooperativa de Luz —un espacio con valor simbólico para los lomaverdenses— y marcó el punto de partida de una iniciativa que conjuga identidad, educación, memoria y comunidad. A lo largo de la jornada, se compartieron testimonios, se exhibieron materiales históricos, y los propios estudiantes se encargaron de registrar con celulares y cámaras todo lo vivido: entrevistas, sensaciones, momentos. “Esta es como la convocatoria, el lanzamiento de un proyecto escolar que surgió en una charla con el centro de estudiantes”, explicó la directora de la institución, Verónica Rappetti. “Nos dimos cuenta de que los pibes necesitan conocer sus orígenes, y nosotros también. Entonces, para construir identidad, para construir comunidad, decidimos que toda la comunidad cuente su historia”.


Y eso fue exactamente lo que comenzó a suceder. Desde muy temprano, los jóvenes se pusieron en acción. Sergio Vega, alumno de primero A, con apenas 12 años, participó activamente filmando lo que ocurría. “Escuché que íbamos a hacer tipo como un libro para contar la historia… Yo estuve filmando todo. Después lo unimos y hacemos como una película”, comentó con entusiasmo. A su lado, Elian Pérez Iván, también de primero A, compartió lo que más lo impactó del día: “Hoy conocí historias de familias que ya tienen muchos años en Loma Verde. Mi abuelo vivía en el campo y la familia era muy grande”.
Estas pequeñas historias familiares, que antes circulaban en la intimidad de las casas, ahora empiezan a tomar forma en un relato colectivo. Una de las piezas centrales del evento fue la presencia de una urna original del año 1983, reutilizada como recurso simbólico: los asistentes podían “votar” qué historia consideraban que debía ser contada, dejando también su contacto para futuras entrevistas. Se trató de una propuesta original y efectiva para estimular la participación.

La comunidad respondió con calidez y compromiso. Estuvieron presentes vecinos históricos, familiares, docentes y personalidades queridas como Juan Manuel Díaz Puerta y Noemí Cerantes, entre otros. “Es una actividad que nos une en tiempos tan raros. Nos une con felicidad”, expresó emocionada Rappetti, destacando el valor de reencontrarse desde las raíces.
El proyecto contempla la creación de un libro que recopile todo el material reunido a lo largo de los próximos meses. Para ello, se habilitaron canales digitales (Instagram y Facebook, bajo el nombre Historias de Loma Verde) donde los vecinos ya pueden comenzar a compartir fotos, videos, anécdotas, recuerdos, incluso chistes y romances de barrio. Todo aquello que forme parte del entramado afectivo de Loma Verde tiene lugar en esta iniciativa.
El trabajo de recopilación se extenderá durante abril, mayo y junio. Luego comenzará el proceso de edición y diseño, con el objetivo de que el libro vea la luz durante los festejos por el aniversario de la localidad, en el mes de septiembre. “Todo aquel que quiera ser parte lo va a poder hacer, porque es de todos. Por eso son historias, no es una sola historia. No la cuenta una sola voz, sino que la cuentan sus vecinos”, había anticipado Rappetti en entrevistas previas.
«Somos Loma Verde» no es solo un proyecto educativo, es una apuesta a la memoria y al sentido de pertenencia. Es la oportunidad de que los más jóvenes se acerquen a sus raíces, de que los más grandes encuentren un espacio para compartir su legado, y de que todos —juntos— puedan construir una historia común.