TENSIÓN COMERCIAL – La relación comercial entre Estados Unidos y China podría estar entrando en una etapa de desescalada después de años de disputas arancelarias, bloqueos tecnológicos y control de minerales críticos. Según informan fuentes de las negociaciones, se alcanzó un acuerdo preliminar que incluye la postergación de nuevas sanciones sobre tierras raras y una pausa en el aumento de aranceles que amenazaban industrias clave de ambos países.
El escenario: negociadores estadounidenses y chinos se reunieron en Kuala Lumpur con la mirada puesta en una próxima cumbre entre el presidente Donald Trump y el mandatario chino Xi Jinping. El acuerdo no es definitivo, pero sí marca un avance: China se comprometió a postergar regulaciones sobre la exportación de tierras raras, fundamentales para industrias tecnológicas, mientras que EE.UU. aceptaría aplazar nuevos aranceles en espera del compromiso chino.
¿Por qué es importante? Porque una escalada mayor de aranceles o bloqueos tecnológicos hubiera afectado cadenas de valor globales, sumado a un entorno geopolítico ya tenso. Este paso busca dar aire a economías que tienen fuertes lazos cruzados y evitar que la confrontación se traduzca en crisis mayor. Además, muestra que ambos países reconocen que el statu quo no es sostenible.
Sin embargo, el acuerdo tiene sus desafíos: falta concretar cómo se verificará el cumplimiento chino, qué sucede con sanciones indirectas (como sobre tecnología o sobre tramas de suministro) y cómo responderán otros actores globales. Para vos que estás en el aula, interesante ver cómo el comercio internacional se entrelaza con la seguridad nacional, tecnología y geopolítica. Este giro podría marcar un cambio en la agenda internacional comercial al menos por un tiempo.
Estados Unidos y China negocian un amplio marco para frenar la escalada arancelaria
