CO-CATEDRAL NATIVIDAD DEL SEÑOR – Con una misa por el descanso eterno del Papa Francisco, los fieles y autoridades municipales se reunieron este viernes en la Co-Catedral Natividad del Señor en Belén de Escobar. Estuvo presente el intendente interino, Carlos «Beto» Ramil, acompañado por el secretario de Gobierno, Pablo Ramos; la secretaria de Seguridad, Rocío Fernández y otros funcionarios municipales.
Apesadumbrados por la partida del Santo Padre argentino, la ceremonia fue llevada adelante por Monseñor Ariel Pérez, ante una iglesia repleta, con el recogimiento y la solemnidad que la circunstancia merecía.
En el altar, la imagen de quien para el pueblo argentino fuera Jorge Bergoglio, Su Santidad Papa Francisco, presidió la misa.


Al finalizar, dialogamos con Monseñor Ariel Pérez, quien manifestó: «Son esos momentos muy fuertes en la vida de uno como cura y como párroco de una comunidad, porque despedir al Papa, recordarlo y traer su legado y compartirlo con los demás, es algo que a veces se nos estruja el corazón. Porque más allá de ser un jefe espiritual, es un padre. Ha sido un padre para tantos y, bueno, esto de haber podido celebrar la misa con una parte tan nutrida de la comunidad de Escobar, nos deja, yo creo, ahí mismo esa concreción de lo que él sembró en estos 12 años de pontificado».
Para los católicos del mundo va a resultar difícil de igualar su trabajo pastoral, dejando la vara muy alta y con una impronta distinta, revolucionaria, «haciendo lío», tal como lo decía en sus encuentros. Sin dudas que a la Iglesia la cambió, abrió hacia otros lugares. «Creo que va a haber el estilo de estos 12 años de Francisco. Yo creo que abrió una puerta y marcó un camino que no va a poder haber marcha atrás en esto. No nos olvidemos que la Iglesia, como tal, es un organismo grande que se mueve lento. Nunca hay un volantazo, esos volantazos que te dejan dado vuelta. Creo que el Papa ha marcado un camino, un rumbo, donde no hay otra alternativa. Creo que no hay otra alternativa. Y el Espíritu Santo, que es el que mejor entiende de esto, seguramente va a elegir, dentro de los cardenales, a aquel que mejor pueda darle crecimiento. Eso sí se puede. Mejorar, por supuesto que se puede. Pero volver para atrás, no, no, no. Confío que no. Francisco marcó hasta en su partida física su despedida y el descanso eterno de sus restos, mostrando su marcada sencillez. Sus zapatos gastados en la punta, la cruz de su lápida, el lugar elegido, el recibimiento por los pobres y los desprotegidos en Santa María La Mayor, su última morada».


Al respecto, Monseñor Pérez admitió que su muerte, es «una pérdida que es ganancia. Una pérdida física aquí. Pero creo que como creemos en la intercesión de los santos, seguramente ahora Francisco va a tener más laburo que el que tuvo acá. Y hoy escuché algo que me emocionó hasta erizarme la piel, porque oía que cuando lleguen sus restos a Santa María La Mayor, ahí donde va a descansar, lo van a recibir los pobres, los que la sociedad excluye o mira medio de reojo. Hasta en eso dejó un mensaje para todo el mundo».
En cuanto a la fecha de la partida del Papa, después de celebrar el domingo de Pascua con toda la gente, paseando entre los fieles. «Creo que Dios le dio ese regalito. Dios se lo dio. Creo que Dios lo hizo mejorar, o esa mejoría transitoria para decir ‘despedite como mereces’. Me imagino que Dios le dijo, ‘mirá, bueno, anda despedite y vamos'».

Monseñor en el oficio religioso dijo dos palabras «discernimiento y comunión». «Discernimiento es la palabra que él volvió a traer a nuestra cultura. El poder juzgar entre lo bueno y lo malo para elegir lo bueno. Porque a veces lo que yo veía, lo que el Papa siempre nos animaba es a discernir, a ver, pongo en la balanza lo bueno y lo distingo de lo malo y elijo lo bueno. Es eso que ese hábito lo hemos perdido. Sí, oramos por impulso, por reacción, hablando en criollo por calentura y a veces no… No nos arrepentimos».



La otra palabra, comunión, «hoy se vio muy, muy manifestada en la misa. Si bien todas las misas, siempre la iglesia, la Co-Catedral, es muy visitada, hoy se vio colmado. Hoy estaba llena de gente. ¿Sabés qué me pasó? Yo estuve un ratito confesando, me retiré un rato antes. Cuando me retiro del templo antes de empezar, había gente. Cuando vuelvo para entrar, era un mar de gente. Me quedé como medio impresionado, no esperaba tanta cantidad. No me di cuenta de haber abierto las puertas».


En relación a la ceremonia, «fue una iniciativa que planteó el municipio en el día de ayer de hacer esta Santa Misa. Como todos los días, tenemos la misa en este horario. Hoy, último viernes de mes, siempre rezamos por todos los fieles difuntos del mes. Cuando el municipio me dice esto, les digo, ‘vengan, vengan porque es el momento adecuado’. Pero también preveíamos mañana (sábado), el día después del funeral, después de poder verlo en directo, el funeral, empezamos a celebrar esta misa a las 10 de la mañana», afirmó Monseñor.
Por último el sacerdote dejó un mensaje a toda la comunidad que hasta ayer celebró la «octava de Pascuina».
«Hemos vivido una Pascua, yo creo, distinta. La partida del pastor, del pastor aquí en la tierra, nos ha hecho pensar más profundamente en la Pascua. Siempre la vivimos con toda alegría, con toda intensidad, pero el que haya muerto el Papa nos hizo pensar con más ganas todavía en la resurrección y eso yo creo que él mismo convocó este año, el año del Jubileo de la Esperanza. Pareciera que sabía, pareciera que sabía y él se va el día mismo al otro día de la Pascua, como nos dejó, bueno, vamos, vamos por este camino, vamos hacia el cielo. Y creo que ese es el mensaje que nosotros también todos tenemos que recuperar».
«Recuperar esa vocación más profunda de nuestras vidas que es el cielo. Fuimos creados para el cielo. Lo otro, bueno, todo es pasajero, todo fluye. Hasta en su último minuto de vida dijo ‘crean en mí, crean en la vida eterna porque nosotros seguimos hablando de él como que está, y de hecho está, está presente en cada uno que lo quiso, que lo siguió, que lo apreció y sobre todo como argentino, en ese argentino que llegó tan alto. En lo espiritual uno cuando reza, le reza a a Dios y lo más cercano que tuvimos de Dios acá fue Francisco».
Monseñor Pérez también mencionó la gran cantidad de público y de líderes mundiales que se acercaron a despedir los restos mortales del Papa Francisco. «Hoy daban a conocer los números de la gente que en estos días pasó por la Plaza San Pedro. Y el periodista, un periodista vaticanista, se sorprendía de que más gente que en el papado de Juan Pablo II. Fue muy largo en la historia, pero dicen que fue algo extraordinario».
Al finalizar, Pérez dejó una bendición a toda la comunidad.