NO SE SALVÓ NI LA COMIDA DEL PERRO – Varios hechos de inseguridad padecieron comerciantes de Belén de Escobar. Durante este fin de semana reiterados robos en el local familiar, del rubro demoliciones y administrado por una mujer de 74 años de edad, hizo que se radicaran tres denuncias.
Para conocer más detalles de los ilícitos nos comunicamos con Valentina, nieta de la propietaria, quien contó que los hechos de inseguridad vienen desde el año 2021.
«Las primeras denuncias que hemos radicado fueron del 2021, siempre fueron en la Comisaría Primera porque es donde corresponde hacerla. Como vecinos también de El Cazador, lo primero que hicimos fue acudir al Destacamento, ahí nos informaron que no era competencia de ellos, así que desde ese momento a esta parte siempre nos acercamos a la comisaría para realizar la denuncia de los hechos. En 2021, precisamente, falleció mi abuelo, quien fue el fundador del comercio y quien estuvo más de 40 años al frente de la idea de demoliciones y de esas demoliciones, bueno, todo lo que era insumos metálicos, puertas antiguas y demás, terminaba en el corralón, que está acá en la avenida San Martín 2869, ahora está en la esquina pero es a dos pasos, digamos, de donde estuvo originalmente».

«Actualmente lo administra mi abuela, que administra lo que se sacaban de las demoliciones. Hoy, claramente, está ella sola. Bueno, desde el fallecimiento de mi abuelo, en un principio le ayudé, colocamos alarma, más precisamente de la empresa de Verisure. la tuvimos más o menos un año y medio pagándola y demás, y a partir de ese momento fue una locura, porque el sistema que tiene de alarma es que cuando detectan un movimiento. Te llaman, vos tenés que acudís a la propiedad, llamar al 911 y quizás era un jueves a las 3 de la mañana, llamaban a mi abuela, mi abuela no respondía; llamaban a mi tío, mi tío no respondía; quizás respondía yo, me tienen que volver a de Pilar en cualquier horario y ya cuando llegábamos, claramente, en el domicilio no te encontraba nadie. Y es difícil constatar faltantes en este tipo de rubros, porque para quien no conoce el comercio, es muy amplio y tiene mucha variedad de cosas, es imposible inventariar. Es imposible».




«Entonces estuvimos cerca de un año y medio haciendo las denuncias correspondientes con imágenes de muchas de las ocasiones, porque Verisure cuando alguien pasa, automáticamente saca fotos. Así que las denuncias fueron acompañadas de imágenes, de todo tipo de detalles de las cosas sustraídas, pero este último año se intensificaron los robos y pasaron a ser una vez por semana, más o menos hace 15 o 20 días. La verdad que con la conmoción de lo que pasó este fin de semana, más todos los hechos que sucedieron, no quiero faltar la verdad, pero más o menos durante 20 días, robaron, sustrajeron del comercio una heladera, o sea, el tiempo, la dimensión que tuvieron que tener estas personas para retirar la heladera, ya te marca un punto de que es una zona medio liberada».
«Por la heladera, fuimos a la comisaría, fue mi abuelo en realidad, y vio ahí su heladera. Nunca le informaron ni siquiera a quién se le habían sustraído, digamos, quién estaba por la calle con una heladera y la policía la detuvo y se llevó la heladera y nunca la devolvió. Estuvimos aproximadamente unas semanas pidiendo que la devuelvan a la comisaría, porque así como la llevan hasta allá, la podrían haber traído, porque si no, nosotros teníamos que poner un flete encima de, esto es lo que te hablaba de la ley, encima de que ya somos víctimas, revictimizarnos teniendo que pagar un flete para traer una heladera que fue producto de un robo. Son situaciones en donde en criollo es como que uno se siente ya manoseado, no solo por la cantidad de veces que puede entrar una persona, como fue hecho por su caso, a una propiedad privada, sino también por la misma policía».



«Luego la gente de la comisaría nos hace la recomendación que debemos bajar Verisure, ya que no servía para nada y para nosotros era un gasto importante por la cantidad de alarmas, factores y demás que teníamos, dimos de baja el servicio y ahí parecía que habían mermado los robos, pero la realidad no fue que mermó, sino que simplemente no nos enterábamos, porque a no haber una sirena, no haber cámara, nos dejamos de enterar. El tema fue cuando empezaron a robar cosas como una heladera, que uno entra y sí, se puede dar cuenta del faltante».
«La semana pasada robaron, como te he contado, trabajamos con una grúa, la cual estaba siendo restaurada o pintada, se compraron los insumos para pintar y trabajaron el día siguiente, y al día siguiente no estaban las pinturas, no estaban los pinceles, desde esas cosas hasta que el viernes fue como el punto máximo en donde ingresan. Yo te digo lo que tengo en la memoria, porque las denuncias las tiene la dueña del local, que es mi abuela. Se nos trajeron un microondas, que era nuevo porque ya se lo habían robado, ella decidió volver a comprar un microondas, porque ella nos decía, ‘yo almuerzo todos los días y lo necesito porque no tengo donde calentarme la comida’. Decidió para tener mayor comodidad en su trabajo, comprar otro microondas y se lo robaron el viernes, no tiene ni 15 días, ahora ella tiene en su tarjeta de crédito, que pagar todos los meses, un electrodoméstico que le duró 10 días. Es muy doloroso porque ese es el esfuerzo de ella, tiene 74 años, y a moda anécdota, el primero de mayo fue trabajar, nosotros en la familia le decíamos, ‘pero por qué no te tomas el día, hacemos una comida, un guiso, un locro’, y ella se levantó a las 8 de la mañana y ya estaba en el comercio. Es una persona que tiene la cultura del trabajo muy a flor de piel. La gente de su edad prospera tras el trabajo, y ella con su edad sigue yendo a trabajar, y dando trabajo también».



Relacionado con los últimos robos sufridos, Valentina comentó: «Lo que sucedió es que lo de este fin de semana es de no creer. Ingresaron la madrugada del viernes para el sábado, se llevaron la pava eléctrica, el microondas, la batería de la grúa. Ayer a las diez de la mañana estuvimos en el comercio porque tenemos un perro, lo atendimos, y ella a las cinco de la tarde fue a encerrar al perro, por el tema de la tormenta, y constata que había una de las puertas con los vidrios rotos. Ingresaron, ahí no podemos bien decir qué sustrajeron de esa oficina porque había herramientas de mano y demás».
«Lo que sí constatamos fue, por ejemplo, y esto es hasta un chiste, se llevaron una bolsa de comida para el perro que estaba cerrada, que habíamos comprado el día viernes, que es como ya lo máximo. Estas son las denuncias que hoy puede hacer ella, que es la propietaria, el alargue, una agujereadora de banco propia del rubro, un par de cosas más que la verdad que no te puedo decir ahora».
«La policía municipal, los caminantes de la zona, nos han dicho que tienen identificados a tres sospechosos, hay personas del barrio Villa Alegre que también intuyen que puede ser una persona en particular, la tienen identificada, sabe dónde vive, sabe a quién le venden lo robado, pero la realidad es que nadie quiere denunciar ni nadie quiere exponerse. Yo esto te estoy comentando a raíz de todo de hoy, que pusimos un cartel en la puerta, la gente se empezó a acercar y a decirnos ‘sí, yo desde mi casa veo cómo entran a tu comercio y roban y van y lo venden en tal lugar’. Pero bueno, no podemos acusar porque no somos nosotros los que vemos esa situación y hasta que alguien lo quiera atestiguar no podemos decirse fehacientemente quiénes son las personas que ingresan».
«Hoy yo me dirigí a la UGC correspondiente a hacer un reclamo de una luminaria que no anda hace mucho tiempo y justo se hace como en la avenida colectiva del barrio Villa Alegre, se hace una oscuridad tremenda de noche por el faltante de esta luz, y nos dice que a raíz de todos los hechos, porque le presentamos las denuncias, las imágenes, las cápsulas de la pantalla de Verisure y demás que van a poner un patrullero las 24 horas rondando las zonas. Pero bueno, yo no creo que eso sea suficiente, porque si estas personas tienen el valor de ingresar dos veces en un mismo día o sea lo mismo, ingresar dos veces a delinquir, yo no sé qué puede hacer un patrullero pasando por la zona y tocando la alarma, la bocina, no sé cómo se llama».



«Así que es como un momento de sentirse desprotegidos, de hecho en las familias empezó a pasar esto de bueno, están robando tanto en el comercio, pueden venir a los hogares de los miembros de la familia, o sea ya tenemos miedo también. El comercio no está habitado. Y tenemos también la situación de que sobre avenida San Martín la mayoría son comercios, no hay muchas viviendas particulares entonces eso también, a las 8 de la noche el comercio que se cierra más tarde, ya cerramos las persianas y quizás no tenés movimiento, no tenés ningún vecino cerca que pueda oír algún ruido y alertar a la policía. Entonces lo que hace es favorecer a que los malvivientes puedan actuar impunemente».
«Yo me comuniqué hoy por la mañana en un intento de que esto termine para la tranquilidad de mi abuela, que reitero tiene 74 años, si le pasa algo, la vida no me la va a devolver ni la persona que está a cargo de la Primera, ni los caminantes de la Municipalidad, ni ningún patrullero. Entonces para la tranquilidad de ella me comuniqué con el intendente, calculo que es el intendente interino, y en el transcurso de una hora una señorita de la Secretaría de Seguridad se comunicó conmigo, le expliqué todo esto que estamos charlando y me dijo que la medida que ella puede tomar es poner una patrulla las 24 horas rondando el barrio, el perímetro y demás».
«Hoy es todo como una mezcla de tristeza e impotencia, porque si bien es algo que estamos padeciendo desde el 2021, en donde eran más esporádicos y uno decía, uy bueno, qué mala suerte, y demás, hoy ya te dan ganas de, como decía mi abuela, cerrar comercio y vivir tranquila, porque la tranquilidad no te la va a dar nada. Y bueno, está bien, cierra el comercio, y las cosas de adentro las van a seguir robando, porque no tenemos, por el tipo de comercio, el rubro, no tenemos dónde decir, bueno, liquidamos, despachamos o guardamos en nuestra casa, eso es imposible, y como te digo, es un comercio que tiene 44 años, más, se fundó en la calle Falucho, de hecho la calle Falucho tiene el nombre un poco por el comercio, porque imagínate la cantidad de años que estuvo mi abuelo ahí, es un comercio que le dio la posibilidad a la familia de que casi todos mis tíos puedan acceder a la universidad, hoy puedan ser profesionales, y mis abuelos, tengo a mi marido acá que también fue parte de una situación en el corralón, cuando él entró a atender al perro, a la mascota de la familia, le pegaron una piña y lo tiraron al piso. La persona salió corriendo, tenemos también hecha la denuncia, la imagen, del golpe».



«Mi abuelo y mi abuela siempre apostaron por la localidad, siempre apostaron en el comercio, darle trabajo a la gente de la localidad, y que hoy esté pasando esto es muy triste, así que más que esa reflexión no te puedo dar, porque es como lo estamos viviendo todos, con impotencia, con tristeza, con miedo, también la represalia, porque si vos te acusas a una persona con pruebas, no sabes si la familia, la propia persona mañana entra y sale de la cárcel y viene por venganza, no sé, ya hemos transitado tantas cosas que no nos sorprendería nada».