Un escándalo sacude al sistema bancario nacional tras la detención de un empleado del Banco de la Nación Argentina (BNA), acusado de formar parte de una organización delictiva dedicada a estafar a clientes mediante la suplantación de identidad. El caso, que tuvo ramificaciones en diversas localidades, incluidas Pilar, Morón y la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra bajo investigación judicial.
Todo comenzó con una denuncia presentada por un cliente del BNA, quien advirtió que una persona había logrado hacerse pasar por él en una sucursal bancaria y retirar 28 mil dólares de su cuenta. La operación fue realizada sin su autorización ni conocimiento previo, lo que disparó las alarmas dentro del sistema bancario y en los organismos de seguridad.
A partir de ese hecho, las autoridades detectaron otras maniobras similares en distintas sucursales del país, entre ellas la de Pilar. La modalidad de la banda incluía el uso de documentación falsificada y el acceso ilícito a información sensible de los clientes para concretar extracciones millonarias.

Según fuentes judiciales citadas por la agencia Noticias Argentinas, el avance de la investigación permitió identificar a un empleado de la entidad financiera como una pieza clave en la operatoria fraudulenta. El hombre, de 30 años, aprovechaba su acceso al sistema interno del banco para consultar datos personales confidenciales y, en algunos casos, autorizar operaciones irregulares, actuando en complicidad con una estructura delictiva externa, especializada en ciberestafas.
Con las pruebas recolectadas por los investigadores —incluyendo seguimientos, intervenciones y tareas de inteligencia— se ordenó un allanamiento en su domicilio, ubicado en el barrio porteño de Caballito. En el operativo, se secuestraron dispositivos móviles que serán peritados como parte de la causa.
El Banco Nación, por su parte, confirmó que el empleado fue inmediatamente apartado de su cargo y se puso a disposición de la Justicia toda la documentación interna requerida para avanzar con la investigación.
El detenido quedó a disposición del juez interviniente, imputado por los delitos de defraudación, estafa y falsificación de documento de identidad, en una causa que podría escalar a nivel federal dada la complejidad de la red criminal y el alcance interjurisdiccional de las estafas.
Este caso pone en evidencia los riesgos que implica la manipulación indebida de información bancaria y refuerza la necesidad de revisar los protocolos de seguridad interna en entidades financieras, así como los controles de acceso a bases de datos sensibles. Las autoridades continúan investigando si hay más personas involucradas dentro y fuera de la institución.