TENSIÓN – En una sesión cargada de tensión política, el Senado de Estados Unidos votó por estrecho margen la anulación del decreto de Donald Trump que imponía aranceles a más de cien países bajo el argumento de “emergencia nacional”. La medida, impulsada por la Casa Blanca hace apenas dos meses, generó rechazo incluso dentro del Partido Republicano.
La resolución fue aprobada por 51 votos a 47, con el apoyo de cuatro senadores oficialistas que decidieron romper filas. “No podemos seguir castigando a nuestros socios comerciales”, expresó la republicana Lisa Murkowski, una de las disidentes.
Trump había presentado los gravámenes como parte de su estrategia de “liberación económica”, destinada según su versión a proteger a las industrias locales. Sin embargo, economistas y legisladores de la oposición denunciaron que las tarifas estaban encareciendo los precios internos y afectando a los consumidores.
Pese a la votación, la medida aún podría quedar en suspenso: la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, anticipó que no acompañará el proyecto, y el presidente tiene poder de veto.
Aun así, la decisión del Senado representa un duro golpe político para Trump, que enfrenta crecientes divisiones dentro de su propio partido. “Es una señal de que el Congreso no tolerará un uso excesivo de la autoridad ejecutiva”, señaló el analista político Mark Davis.
Para el resto del mundo, la noticia fue recibida con alivio. Países exportadores como Brasil, México y Argentina esperan que se reabra el comercio con condiciones más favorables. El episodio vuelve a dejar al descubierto las tensiones entre proteccionismo y globalización, un debate que seguirá marcando la agenda económica mundial.
