SEGÚN UN INFORME – El precio de la carne vacuna registró un incremento del 6,1% durante el mes de abril, según un informe difundido por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Con este nuevo ajuste, el alza interanual trepó al 65,1%, evidenciando una aceleración de precios que supera ampliamente el ritmo general de la inflación.
De acuerdo con el relevamiento, el precio promedio del kilo de carne vacuna se ubicó en $12.061. Sin embargo, hubo fuertes variaciones entre los distintos cortes. Los aumentos más pronunciados del mes se observaron en el osobuco, que trepó un 9,4%, seguido por la carnaza (8,1%), el roast beef (7,9%), el peceto (5,1%), el bife ancho (4,9%) y la colita de cuadril (3,3%).
Los cortes más costosos del mes fueron el lomo, que se pagó en promedio $17.232 por kilo, el peceto con $14.664, y la colita de cuadril con $14.634. En contrapartida, los precios más accesibles se detectaron en el osobuco ($7.166), la falda ($7.092) y la picada común, que promedió $6.346 por kilo.
El informe también analiza el comportamiento de otras carnes de consumo masivo. El pollo registró una suba mensual del 8%, alcanzando un valor promedio de $3.980 por kilo, lo que representa un incremento interanual del 45%. Por su parte, la carne de cerdo aumentó 1,7% en abril, con un precio medio de $7.534 por kilo. En la comparación anual, este producto acumuló una suba del 74,2%, siendo el tipo de carne con mayor incremento relativo en los últimos doce meses.
Al comparar estas cifras con la inflación general del mismo período —que fue del 47% entre abril de 2024 y abril de 2025—, se advierte que tanto la carne vacuna como la porcina evolucionaron por encima del promedio. En concreto, la carne vacuna aumentó 18 puntos porcentuales por encima de la inflación, mientras que la carne de cerdo lo hizo 27 puntos por arriba.
Este comportamiento de los precios refleja las tensiones existentes en toda la cadena de producción y comercialización de alimentos, así como el impacto del contexto macroeconómico en el bolsillo de los consumidores. A pesar de cierta desaceleración inflacionaria en términos generales, el rubro carnes continúa mostrando una dinámica propia, impulsada por factores como el costo del maíz y la soja —insumos claves para la alimentación del ganado—, la demanda interna y las exportaciones.